La presencia en La Habana del ex secretario general de la ONU y premio Nobel de la Paz, Kofi Annan, supone un espaldarazo al proceso de diálogo entre las FARC-EP y el Gobierno de Juan Manuel Santos. Este significativo apoyo internacional se verá reforzado con la inminente llegada del enviado especial de EEUU, Bernie Aronson.

Si el jueves Annan se reunía en el emblemático Hotel Nacional con los portavoces de la guerrilla, ayer lo hizo durante media hora con la delegación del Gobierno, liderada por Humberto de la Calle, tras lo cual mantuvo un encuentro con ambos equipos negociadores. En una comparecencia conjunta, Annan pidió realismo y subrayó la necesidad de impulsar una «educación cívica» en Colombia, con el fin de entender y valorar la trascendencia de este proceso.

Antes de viajar a Cuba, Annan dejó claro en un foro sobre la paz realizado en Bogotá que «la justicia no puede ser un impedimento» para alcanzar este fin. Parafraseando a Annan, De la Calle resaltó que «la paz es un proyecto nacional» y por ello dijo querer «regresar a Colombia a hablar con todos». «La política en este momento no es de arrogancia sino de humildad», manifestó para reiterar su invitación a sumarse al proceso al resto de partidos políticos y sectores en Colombia.

Las FARC también saludaron la llegada de Annan «en un momento crucial del proceso». «Coincidimos en que siempre se presentan tensiones al buscar el adecuado balance entre justicia y paz y que el modelo de justicia a aplicar debe ser acordado por ambas partes», subrayaron.

Expresaron su «compromiso con el esclarecimiento de la verdad histórica sobre el conflicto que demandan las víctimas». «Pero al tiempo que nos hemos obligado con ello, demandamos que la contraparte haga lo propio. No es posible la paz si la responsabilidad suprema del Estado y de sus poderes no son declaradas expresamente y asumidas», sostuvieron.