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Elkartzen fija el umbral de pobreza en Hego Euskal Herria en 935 euros al mes

El colectivo Elkartzen reivindicó ayer en Gasteiz el derecho de toda persona a unos ingresos mínimos «para poder hacer efectiva la participación social activa», por lo que reclamó que se establezca «un criterio homogéneo para definir y determinar el umbral de pobreza».

Elkartzen denunció ayer en Gasteiz que la precariedad se ha instalado en el ámbito laboral y fijó en 2015 el umbral de pobreza para Hego Euskal Herria en 11.220 euros, lo que significa una cantidad mensual de 935 euros, por lo que reivindicó «unas prestaciones o salario social por encima de este valor».

Los miembros de Elkartzen se dieron cita en el frontón del barrio gasteiztarra de Errekaleor para escenificar que «este sistema que padecemos condena a cada vez más sectores de este pueblo a la pobreza». Así, utilizando el deporte de la pelota a mano y «haciendo un paralelismo con nuestras vidas, la chapa representa la línea divisoria entre unos ingresos mínimos para tener una vida mínimamente digna y los que no lo son, es decir, el umbral de pobreza», recalcaron desde Elkartzen.

También denunciaron que la precariedad va «más allá de lo laboral» y se extiende a todos los aspectos de «las condiciones vitales de los sectores populares». Por ello, reivindicaron que «toda persona tiene que tener garantizados unos ingresos mínimos dignos para poder hacer efectiva la participación social activa», por lo que reclamaron que se establezca «un criterio homogéneo para definir y determinar el umbral de pobreza».

En este sentido, Elkartzen defendió que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no debería nunca de ser inferior al 50% del PIB per cápita. «Solamente una política de salarios mínimos más justos, anclados a la riqueza real de cada país, frenará la concentración de la riqueza que sufre Euskal Herria, a consecuencia de las políticas neoliberales que los diferentes gobiernos nos están imponiendo», subrayaron los representantes.

Además, propusieron que «ninguna prestación debería ser inferior al 37,5% del PIB per cápita, que pasaría a ser considerado el umbral de pobreza».

Elkartzen volvió a insistir en que «el umbral de pobreza es un instrumento eficaz para reducir las desigualdades sociales y para asegurar una dignidad mínima a toda persona».

Denunciaron que un tercio de la población -uno de cada tres- de Euskal Herria «sobrevive por debajo del umbral de pobreza, en silencio e invisibles a nuestro deambular frenético», por lo que «es hora de despertar de concienciarse y de plantarle cara al sistema», recalcaron.