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Acuerdo preliminar de paz en Azawad, que los tuareg estudian antes de firmar

Los independentistas tuareg mostraron sus reservas y pidieron más tiempo ante el acuerdo preliminar alcanzado ayer en Argel para poner fin al conflicto en Azawad, el territorio tuareg al norte de Mali. El Gobierno y las milicias que lo apoyan lo firmaron.

El Gobierno maliense estampó su firma en un acuerdo preliminar de paz con los rebeldes árabes y tuaregs, quienes han pedido más tiempo para su ratificación aunque enviaron representantes a la ceremonia y en Argel se han mostrado favorables a la conclusión del pacto.

«Este acuerdo no tiene intención de resolver inmediatamente todos los problemas de esta crisis, que es profunda, polifacética y cíclica, pero de todas maneras es un paso decisivo hacia la paz y la reconciliación», declaró el equipo de mediación de Naciones Unidas.

Los rebeldes habían declarado que el acuerdo no abordaba en toda su integridad la problemática situación de la región, pero de todas formas se mostraron comprometidos para ratificar el acuerdo a finales de este mes.

El pacto combina mayor autonomía para el norte y garantías de integridad territorial.

Reservas

La Coordinara de Movimientos del Azawad (MLA), que reúne a los principales grupos de oposición del norte pidió más tiempo para consensuarlo con la población. «Nosotros no hemos firmado hoy ese documento porque tenemos nuestras reservas y queremos algunas enmiendas. Son puntos que creemos fundamentales para que la paz sea duradera», explicó su portavoz, Si Mohamed al Mulud Ramdan. «Buscamos la paz, tenemos buena voluntad como demuestra que hemos venido cinco veces a Argel a buscarla, pero queremos que se construya sobre bases sólidas», agregó.

El enviado especial de la ONU para el conflicto en Mali, Hamdi Mongi, en cambio, lo calificó de «buen acuerdo, inclusivo y equilibrado, aunque no responda a todas las expectativas y deseos de las partes».

El Gobierno de Bamako y los rebeldes del norte ya firmaron un primer acuerdo de alto el fuego el pasado 19 de febrero, destinado a poner fin a la violencia que reina en el país desde el complejo golpe de Estado de 2012 y la ofensiva independentista, que fue aprovechada por grupos yihadistas para hacerse con el control de Azawad.

Desde que la intervención francesa expulsara de gran parte de la zona a los grupos yijhadistas -que llegaron a controlarla durante meses-, han continuado los combates entre rebeldes tuareg asociados al independentista MNLA y grupos leales al Gobierno de Bamako, conocidos bajo el nombre de Gatia.