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Madrid y Lisboa responden con críticas airadas a las acusaciones de Grecia

El presidente español, Mariano Rajoy, responsabilizó al primer ministro griego, Alexis Tsipras, de «prometer lo que no puede cumplir» , en una de las airadas críticas con que, al igual que su homólogo portugués, respondió a la acusación de que sabotearon la negociación con Bruselas.

Los Gobiernos de España y Portugal respondieron airadamente ayer al primer ministro griego Alexis Tsipras, que los acusa de intentar sabotear las negociaciones sobre la deuda griega con Bruselas. Tsipras acusó el sábado a los gobiernos derechistas de Madrid y Lisboa de mostrarse intransigentes en las negociaciones por razones electorales.

«El partido de la izquierda radical (Syriza) ha decidido que la culpa de los problemas de Grecia recae en el gobierno de Portugal y en el Gobierno español», afirmó el presidente español, Mariano Rajoy. «No somos responsables de la frustración de la izquierda radical griega, que prometió lo que no podía cumplir, como ha quedado demostrado», aseguró a sus militantes en un acto de su partido en Sevilla de cara a las elecciones autonómicas del 22 de marzo. «Buscarse un enemigo fuera es un truco que ya hemos visto muchas veces a lo largo de la historia, pero eso no resuelve los problemas, sino que los agrava», añadió. «La única manera es ser serio, es no prometer lo que sabes que no puedes cumplir», insistió.

El tono fue similar en Portugal, donde el portavoz del partido gubernamental de centro derecha (PSD), Marco Antonio Costa, aseguró que las acusaciones de Tsipras «son totalmente absurdas y (...) tristes, por parte de un dirigente que debería estar a la altura de sus responsabilidades». Las declaraciones del primer ministro griego «son muy graves, lamentables y falsas» y las dificultades internas que sufre Syriza no son suficientes para justificar» semejantes propósitos, afirmó después de una reunión de partidos en el poder en Oporto.

Evitar el ejemplo

Según Tsipras, Madrid y Lisboa quisieron conducir a su país a una asfixia financiera durante las negociaciones. «Estas potencias no desean que el ejemplo griego influya en otros países, sobre todo en la perspectiva de las elecciones en España» previstas para noviembre, afirmó.

Los partidos gobernantes en el Estado español y Portugal son criticados por haberse plegado a las presiones de la Troika para imponer las medidas de austeridad y recortes, una postura que queda en evidencia si Atenas logra negociar medidas alternativas. En el caso español las críticas tienen también tinte electoral, ya que el PP hace frente a una creciente intención de voto hacia Podemos, partido al que identifica con Syriza. Más allá de esas declaraciones, los Gobierno español y portugués han protestado oficialmente ante la Unión Europea. El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, «expresó su perplejidad en un escrito enviado a las instituciones europeas por vías diplomáticas», indicó a la agencia AFP uno de sus portavoces. El Gobierno español, por su parte, llamó al Consejo Europeo y a la Comisión a «condenar las declaraciones» de Atenas, según una fuente del Gobierno. «No creo que la Comisión vaya a condenar públicamente» las declaraciones de Tsipras, aunque «eso no quiere decir que las aprueba», reaccionó una fuente europea. «En este asunto, muy sensible, el papel de la Comisión es jugar a los intermediarios y no dividir» agregó.