Nerea GOTI

Transmitir valores a través de los alimentos, en Parabere Fórum

«La mente del patriarcado no sabe ver las conexiones y todo está conectado». Es una de las reflexiones que dejó la activista india Vandana Shiva en la primera sesión de Parabere Fórum, que reúne en Bilbo a 300 mujeres de 26 nacionalidades. El encuentro pone sobre la mesa dos ingredientes: mujer y gastronomía. Continúa hoy con más y diversas voces.

Trescientas personas, de 26 nacionalidades y en su mayoría mujeres, participan estos días en la Alhóndiga de Bilbo, en Parabere Fórum, un encuentro con dos ingredientes: gastronomía y mujer, y que reúne voces de personas que «con sus acciones están, silenciosamente, cambiando el mundo gracias a la gastronomía». Dicen los organizadores del evento, que por primera vez se celebra en Bilbo, que «si nuestras sociedades están evolucionando hacia una mayor sostenibilidad, una mayor justicia, un mayor crecimiento y progreso social, las mujeres deben ocupar el lugar que les corresponde». Algunas de las voces que se escucharon ayer desde experiencias e ideologías muy distantes incidieron en esa idea de la energía que promueven las mujeres al frente de mil y una iniciativas, que van desde la conservación de la cocina tradicional, como vía de transmisión de cultura, identidad, pero también nuevas oportunidades de empleo y justicia social, hasta la comercialización de productos que la industria rechaza solo por su aspecto.

La de Vandana Shiva, filósofa y activista antiglobalización conocida también por su lucha ecofeminista, era una de las intervenciones más esperadas y no defraudó a tenor de la ovación que le dedicó un auditorio en pie. La habían presentado destacando que «si la tierra fuera mujer, sería Vandana Shiva denunciando su maltrato» y arrancó su intervención recordando «algo que olvidamos a menudo», que «toda la comida empieza con una semilla» y que a lo largo de la historia «las economías han estado en manos de mujeres».

Brujas, por su conocimiento

«Acuérdate que hubo un tiempo en que en España la mujer con intelecto era considerada bruja», apuntó antes de recordar que fue «un intento de apropiarse del conocimiento para controlar al agente» y «esta gente sigue viendo brujas donde hay poder, energía, diversidad, creatividad».

En su discurso hizo un recorrido por las variedades de semillas que han desaparecido y dejó datos, como que los mejores trigos han sido cultivados para procesos industriales, lo que ha provocado que pierdan elasticidad y la pérdida de esta cualidad puede estar detrás de las crecientes intolerancias al gluten. Reconoció que le gusta la idea de «la fruta fea», como alegato a favor de la diversidad y contra el desperdicio.

«La mente del patriarcado no sabe ver las conexiones. Todo está conectado y esas conexiones no se pueden ignorar porque es muy costoso económicamente y para la salud», sentenció. «Estamos desarrollando la alternativa -dijo-; nuestro trabajo consiste en inspirar a otras».