«Tenemos dos años para deshacer estos nudos». Con esta frase clausuró la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, las jornadas «[Bir]pentsatzen», organizadas por la Fundación Ipar Hegoa con el objetivo de abrir el debate sobre el futuro del sindicalismo de transformación social. De esta forma, Etxaide se refirió al congreso que en 2017 servirá para culminar un proceso de renovación del que ayer fijó unas primeras bases.

Así, la sindicalista marcó como uno de los principales retos recuperar la capacidad de incidencia del sindicalismo; una capacidad que reconoció mermada durante los último años. Para ello, como líneas a seguir, destacó la potenciación del valor estratégico de los sindicatos (y de su autonomía), la transición de una estrategia de resistencia a una de construcción nacional y social («Tenemos que decidir cuál debe ser nuestro papel en el proceso político vasco», insistió ayer Etxaide), y por último, la necesidad de definir una apuesta clara por la unidad sindical, única manera de recuperar cierta capacidad de incidencia, según las palabras de la secretaria general.

Etxaide repasó el papel del sindicalismo en general, y de LAB en concreto, durante las últimas décadas, así como su situación actual, en la que reconoció «la dificultad de llegar a los trabajadores que se han alejado de los sindicatos». «Tenemos que reorganizar a los trabajadores y eso significa reorganizar también los sindicatos», concluyó Etxaide, que marcó sobre todo un reto para el proceso de renovación: «Ser eficaces en la reorganización de la clase trabajadora».

Junto a la líder sindical intervinieron el director de la Fundación Iratzar, Floren Aoiz, y el economista Isidro Esnaola, que abordó las claves para la construcción de un modelo socialista. Antes, los investigadores Denis Merklen y Sophie Béroud, que ya participaron en las jornadas del jueves, volvieron a tomar la palabra junto a la secretaria de acción sindical y negociación colectiva de LAB, Garbiñe Aranburu.

Mención especial para la intervención de Béroud, que abordó con ejemplos diferentes caminos a seguir en la búsqueda de un nuevo modelo de sindicalismo. La investigadora de la universidad de Lyon insistió en la necesidad de que los sindicatos consigan «representar de forma efectiva a los trabajadores más afectados por la precarización», algo que reconoció que es complicado «hasta para los sindicatos más grandes», a los que sin embargo calificó de «pasivos» durante la crisis.