Maitane ALDANONDO Andoain

Mekanik-Box: un «hazlo tú mismo» para los aficionados a la mecánica

El desempleo y la afición impulsaron a José Ramón Berasategi al emprendizaje. Uniendo su experiencia e interés personal, puso en marcha un taller en que no solo los profesionales se manchan las manos. El cliente puede ser su propio mecánico.

Entre el hobby, la filosofía `hazlo tú mismo' y una manera de recortar gastos, MekaNik-Box es parte de una nueva forma de entender los talleres mecánicos, que cada vez se está haciendo más popular. Los usuarios que acuden a él pueden dejar sus vehículos en manos de los profesionales u optar por ser ellos mismos quienes realicen el mantenimiento y la reparación. Para ello, alquilan boxes -espacios- equipados con las herramientas necesarias. José Ramón Berasategi es el propietario de este negocio que abrió las puertas en Andoain el pasado octubre. Dadas las dificultades para encontrar un nuevo trabajo, decidió dedicarse por cuenta propia al que ha sido su oficio y afición. Pese a las dificultades iniciales y a los retos que cualquier nueva empresa debe afrontar, Berasategi está contento. «Estoy feliz con esto, era un sueño. Siempre había querido tener un taller, pero nunca había visto la posibilidad y, al final, ha sido por la necesidad».

MekaNik-Box cuenta con tres boxes donde cualquiera puede realizar trabajos de mecánica rápida, como cambio de aceite, filtros o pastillas. Cada uno está organizado a modo de minitaller y cuenta con elevador, carro de herramientas, mesa de trabajo y tomas de aire, luz y corriente. La ventaja principal de este tipo de talleres es el ahorro. El alquiler del box cuesta 10 euros como tarifa mínima, lo que da derecho al uso del espacio por media hora. De ahí en adelante, cada minuto suma 0,34 céntimos. El mecánico apunta que para las tareas habituales es suficiente con una hora o una hora y media, por lo que la diferencia en el gasto es la clave del negocio. «El precio de la mano de obra de los talleres es, de media, de 45 euros sin el IVA. Aquí el alquiler es de 20 euros la hora, IVA incluido. Ahí está la diferencia». En caso de que Berasategi tenga que intervenir, la ayuda del mecánico tiene una tarifa de 2,5 euros por cada 10 minutos, lo que supone 15 euros a la hora.

Está pensado tanto para gente sin experiencia como para aficionados o profesionales del sector. Todos ellos cuentan con el asesoramiento gratuito de Berasategi a lo largo del proceso. Las acciones que realizan los clientes no suelen ser muy complejas por lo que opina que alguien sin conocimientos previos puede llevarlas a cabo siguiendo sus indicaciones. «Cambios de aceite, filtros, pastillas, brazos de suspensión, rótulas... Hay quien ha hecho correas de distribución. Depende de lo `manitas' que se sea». La mayoría de los clientes son de los alrededores de Andoain, y hasta el momento prefieren dejar su coche en manos del profesional. Sin embargo, tampoco faltan aficionados que han encontrado en el taller un espacio apropiado para llevar a cabo sus arreglos. «Hay mucha gente aficionada, que le gusta hacerlo, pero no tiene dónde. Algunos me han dicho que lo hacía en el garaje, tirado en el suelo, de mala manera. Ahora lo hacen aquí». Además de contar con un entorno más adecuado, los clientes ya no tienen que preocuparse por la limpieza ni por los residuos, ya que el taller se encarga de la gestión de los mismos. Otros de los servicios que ofrece es la venta de recambios y sirve como punto de recogida de pedidos de este tipo de materiales. Sin embargo, el cliente puede optar por llevar piezas compradas en otro establecimiento.

MekaNik-Box apenas lleva seis meses con la persiana levantada. El negocio es la culminación de un proceso que se ha alargado varios meses. Atrás quedaban los cursos de emprendizaje, la búsqueda de local y el papeleo. «Hará un año que decidí poner el taller. Lo he pasado buscando información, haciendo el plan de viabilidad, negociando con los bancos la financiación, proveedores, buscando el local... Y luego, permisos. Hay muchas puertas que tocar y muchos permisos que conseguir». Este tipo de taller le pareció adecuado para diferenciarse de la competencia y su demanda queda subrayada por la existencia de otros en municipios de Gipuzkoa como Beasain, Eibar, Usurbil o Villabona. Está siendo una buena experiencia para Berasategi, que está contento por los comentarios recibidos de sus clientes. La inversión inicial ha supuesto un esfuerzo importante para el propietario, que de momento no tiene empleados y apenas gana para un sueldo. Su objetivo para el primer año es lograr estabilizar el negocio y conseguir clientela, ver si crece. Tras ese plazo decidirá el futuro del taller, pero Berasategi se muestra optimista. «Espero jubilarme aquí. Me gustaría».

El autoempleo como Única alternativa al paro

El desempleo y la falta de expectativas laborales están convirtiendo al autoempleo y el emprendizaje en la única alternativa para volver al mercado laboral de algunos parados. José Ramón Berasategi, propietario del taller MecaNik-Box, es uno de ellos. «Llevaba dos años en paro, y ya, por la edad que tenemos, 47 años, no nos quieren en ningún sitio. Pensé que la única solución era esta».

El año pasado 984 personas en la CAV siguieron el mismo camino que Berasategi, de acuerdo con los datos de la Seguridad Social. Bizkaia fue el territorio con mayor crecimiento con 1.051 nuevos autónomos, después Araba con 238, y por último Gipuzkoa, que perdió 304. Fue el primer año con datos positivos desde el comienzo de la crisis. Sin embargo, los datos sobre el empleo por cuenta propia no lo son tanto, ya que la Encuesta de Población Activa muestra que, en 2014, la CAV perdió 16.400 autónomos, un 10%, y el número de emprendedores descendió en 7.500.