La candidata de EH Bildu a la Alcaldía de Gasteiz, Miren Larrion, decía ayer poco antes de las 2 del mediodía que quedaban 48 horas para seguir trabajando para relevar a Javier Maroto de ly que así lo harían, «con responsabilidad y generosidad» y «aunque fuera sin dormir». Y da la sensación de que efectivamente vamos a asistir a un sprint vertiginoso, antes de que mañana las bodas en el salón de plenos den paso a una sesión de investidura crucial en el Ayuntamiento gasteiztarra.

El miércoles al mediodía tuvo lugar un encuentro entre el PNV y EH Bildu en la sede del ABB. A primeras horas de la noche, y sin tener todavía respuesta de la formación independentista al documento remitido por la tarde, fuentes jeltzales comenzaron a filtrar a agencias y medios que no habían visto en EH Bildu disposición a garantizar esa estabilidad que reclamaban para la Diputación y que eso impedía un acuerdo en Gasteiz.

«Espacios de encuentro»

Pero ayer, en rueda de prensa, el juntero electo Kike Fernández de Pinedo marcaba la posición de EH Bildu en relación a la Diputación Foral de Araba. Por una parte, aclaraba que es una institución distinta del Ayuntamiento y que tiene también unos ritmos muy distintos. De hecho, hay que tomar ya una decisión para la Alcaldía en pocas horas mientras el próximo diputado general no se elegirá hasta dentro de varias semanas.

Junto a ese principio de separación entre ambas instituciones, Fernández de Pinedo asentó otras dos bases. La primera, que como EH Bildu ha repetido durante toda la campaña, su objetivo es desalojar al PP de todas las instituciones en Araba.

Con esa premisa, añadió que «EH Bildu trabajará por buscar espacios de encuentro con formaciones que estén a favor del derecho a decidir, y esto abre espacios de encuentro y colaboración con el PNV».

Parece claro que la búsqueda de «espacios de encuentro» no pasa, por ejemplo, por zancadillear la elección del candidato jeltzale, Ramiro González, como diputado general de Araba, teniendo además el PNV dos escaños más que EH Bildu.

La víspera, el portavoz de EH Bildu Hasier Arraiz, había explicado ya en Radio Euskadi que «en primer lugar, nuestro compromiso es que el PP no gobierne en la Diputación de Araba». A partir de ahí, apuntó que «lo que planteamos es que el gobierno que pueda surgir tiene que pivotar en torno a los cuatro ejes de los que hablamos durante toda la campaña electoral: derecho a decidir, medidas sociales contra esta crisis neoliberal, vías para la participación de la ciudadanía y vías de transparencia contra la corrupción».

Fue a la pregunta directa de si estarían dispuesto a liderar ese gobierno de cambio cuando Arraiz respondió de forma genérica que EH Bildu está dispuesta a «cualquier tipo de acuerdo, a hablar con cualquier fuerza política y también a liderar».

Pero durante la entrevista, el dirigente independentista había aclarado que en relación a la Diputación de Araba habían dicho «por activa y por pasiva», y también en la reunión con el PNV, que «estamos dispuestos a jugar con responsablidad política, con toda la responsabilidad política que exige el momento».

En EH Bildu tienen interiorizado que no pueden aspirar a dirigir la Diputación con once escaños, que en el mejor de los casos, en una coalición de izquierdas, podrían llegar a veinte, muy por debajo de la mayoría necesaria.

Las explicaciones de EH Bildu en esta materia parecen haber abierto vías al relevo en la Alcaldía de Gasteiz y a que el PNV opte finalmente por presentar a su candidato.

Larrion: «El PNV decide»

La asamblea de EH Bildu de Gasteiz decidió el miércoles por la tarde reiterar que su prioridad es desalojar a Maroto de la alcaldía y apoyar a Gorka Urtaran para ello si fuera necesario. La votación fue contundente, casi unánime en ese sentido.

Miren Larrion lo expuso ayer con claridad en rueda de prensa Las opciones de cara al pleno municipal de mañana son tres y es el PNV quien debe decidir. Puede presentar a su candidato y entonces contará con el apoyo de EH Bildu para ser alcalde. Puede optar por votar a la propia Larrion, que tiene la adhesión de sus seis concejales, los dos de Hemen Gaude y el de Irabazi, con lo que Gasteiz tendría alcaldesa. O, finalmente, puede optar por permitir que Javier Maroto siga en el puesto, desoyendo de esta forma los numerosos llamamientos sociales y de personalidades gasteiztarras para impedirlo.

Cabría esperar que el PNV se pronunciara a lo largo del día de hoy, aunque no cabe descartar que la intriga se mantenga hasta el último momento.

Ayer Hemen Gaude se pronunció ya a favor de un candidato de cambio, mientras que Irabazi apoyaría a Miren Larrion pero no está en igual disposición hacia Gorka Urtaran. El PSE guarda silencio pero negocia con el PNV en distintas mesas.