Muchos civiles están muriendo de hambre en Sudán del Sur, país arrasado por una guerra civil, denunció ayer el director de la organización internacional encargada de verificar el proceso de paz en el país, que dijo estar «atónito».

Según Naciones Unidas, miles de personas han tenido que huir recientemente a causa de combates en la región de Mundri, en Equatoria Occidental, cerca de la frontera con Uganda.

«Estoy atónito de que se haya dejado que la situación se deteriore tanto», dijo Festus Mogae, expresidente de Botswana, quien está impulsando los esfuerzos para formar un Gobierno de unidad en Sudán del Sur.

Mogae dirige la Comisión de Vigilancia y Evaluación (JMEC) del acuerdo de paz suscrito en agosto pasado. Pero los combates continúan y ahora el conflicto involucra a múltiples milicias que violan por completo los acuerdos de paz, y están impulsadas por intereses locales o ataques en venganza.

La Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), bloque de África Oriental mediador en la crisis de Sudán del Sur, urgió la semana pasada a las partes en conflicto a permitir el acceso de alimentos a las zonas escenarios de enfrentamientos, que se encuentran al borde de la hambruna.

Sudán del Sur proclamó su independencia en julio de 2011, antes de sumirse dos años y medio más tarde en una guerra debido a un conflicto político-étnico, nutrido por rivalidades entre el jefe del Estado, Salva Kiir, y su exvicepresidente Riek Machar. El conflicto ha provocado decenas de miles de muertos y más de dos millones de desplazados.