Joseba Gotzon Varela
Escritor

Euskal selekzioa: desidia y fracaso

Tras el estrepitoso fracaso del recién celebrado partido navideño de la Selección Vasca de fútbol ante Túnez, se ha encendido la alarma como nunca había pasado seguramente porque estábamos acostumbrados a un San Mamés lleno de público.

asta ahora había sido relativamente sencillo llenar las gradas con tal sólo anunciar el partido en los medios de comunicación y vender la oficialidad sin dar ningún paso para ello. El público acudía año tras año a la fiesta del fútbol vasco, una fiesta en sí misma política por su propio contenido reivindicativo y no exenta de animación folklorica.

No hay una sola razón para justificar la escasa afluencia de público a la pasada cita anual por lo que el análisis tampoco es sencillo. Justificar todas las sillas libres por la pasividad ante la oficialidad me parece, a mi juicio, excesivo; poner como disculpa el rival, tampoco es real, pues ha habido rivales más flojos y con menos puntuación FIFA; ni la excusa del precio de las entradas. A mi juicio es un cúmulo de factores pero creo que, además de los mencionados que no determinantes, el principal es que la afición se ha cansado de oír siempre lo mismo y no encuentra aliciente en un partido donde se utilizan los símbolos identitarios y la ilegalidad y al mismo tiempo se “vende“ mucho sin hacer nada.

En un twitt una vez me dijeron que la oficialidad era un derecho democrático. Si nos apoyamos en eso muchas selecciones autonómicas lo pudieran reivindicar con todo su derecho. A lo que contesté que el mejor aval de esta reivindicación legítima y democrática es la propia historia, historia muy desconocida y que sí avala a la Selección Vasca al margen de su carácter claramente identitario. Basta decir que en el estado español las dos primeras selecciones que existieron fueron la catalana y la vasca. La primera vez que la española compitió fue en las Olimpiadas de Amberes en 1920 que acudió con 9 jugadores vascos, 2 catalanes y 3 españoles.

El fútbol vasco desde sus comienzos fue la principal referencia del fútbol estatal hasta estallar la guerra civil. En el Mundial de Italia de 1934 la Selección española estaba formada por mayoría de jugadores vascos, estrellas de la época que fueron llamadas por el Lehendakari Aguirre para formar parte del histórico equipo Euzkadi, sin duda, la mejor Selección vasca de la historia. Aquellos internacionales vascos realizaron una gran labor propagandística y humanitaria a favor del Gobierno Vasco y sacrificaron sus vidas familiares y deportivas en clubes como el Athletic, Barcelona, Betis, Real Madrid u Oviedo para luchar en los campos de fútbol de Europa y América y situar al País Vasco en el mapa mundial. Fueron considerados gudaris pero nunca fueron reconocidos como tal.

Llegó la década de los 60 con diversos combinados vascos en partidos de homenaje al Real Unión, Lizarralde, Garate o Juanito Gardeazabal, llegando la URSS a San Mamés en 1978. Pero tras la guerra civil el partido que marcó nuevamente la reivindicación de una Selección propia fue el que se jugó contra Irlanda como broche final a la campaña Bai Euskarari.

La Federación Vasca de Fútbol – FVF se creó por primera vez en la historia en 1990 bajo la presidencia de Laurentzi Gana, con la aspiración de situar a Euskadi en las competiciones oficiales, aspiración que a fecha de hoy no se ha podido hacer realidad por los propios estatutos de la FIFA y por cuestiones políticas, ajenas al deporte.

El bagaje de la Selección Vasca en estos 101 años es realmente a tener en cuenta ya que es una de las selecciones no oficiales que más partidos ha disputado, incluso más, que muchas oficiales. Un total de 140 encuentros disputados.

La Federación Vasca desde 1993 puso en marcha el partido anual como el gran escaparate para hacerse visible ante los estamentos federativos y político-deportivos. En esta última etapa, la Selección ha demostrado que tiene suficiente capacidad deportiva para competir a nivel oficial. En los años 2008 y 2009 no se juega con la excusa del cambio de denominación en la cuál se escondía un descontento visualizado principalmente por ESAIT a la que se sumaron los jugadores que fueron los peor parados por las críticas de sectores oficiales. Era evidente que para algunos de ellos la Selección y su denominación no tenía mucho interés pero por las apariencias se sumaron al manifiesto. Fue el primer toque de atención a una situación que iba acomodándose sin que se viera por parte de las instituciones ninguna iniciativa salvo la Ley del Deporte (recurrida) o la aparición oportunista de algunos políticos con la camiseta verde en el Parlamento español.

La polémica se zanjó denominándose Euskal Selekzioa en 2010, un nombre genérico y usado históricamente.

El centenario ignorado por la FVF y el Gobierno Vasco

En 2015 se conmemoraría el Centenario del primer partido que jugó un seleccionado vasco, exactamente el 3 de enero de 1915 en San Mamés contra Catalunya.

Siempre he pensado que la historia es el mejor argumento para defender ciertas reivindicaciones y para comprender mejor el presente. De este modo, en el verano del 2014 me reuní con el anterior secretario general de la FVF, Sr. Gamboa (en calidad ya de saliente) y el actual Presidente, Sr. Elustondo para informarles del Centenario y plantearles diversas acciones que dieran a conocer la historia de la Selección Vasca. Así mismo, envié diversas iniciativas a numerosos estamentos federativos, deportivos e institucionales, entre ellos a las federaciones vizcaína y guipuzcoana y diferentes departamentos del Gobierno Vasco: Exteriores, Deportes y Lehendakaritza.

Tras diversos emails a la FVF y ya con el nuevo Secretario General, el Sr. Allica no obtuve ninguna contestación. No era sólo mi caso particular. Clubes, historiadores, periodistas, la recién creada Jauzia,… estaban en la misma situación. La FVF no contesta. O sea, a la FVF el Centenario no le importaba lo más mínimo. El tiempo me dio la razón. Ni una noticia dedicada al Centenario con un mínimo de información, ningún acto organizado, una página web obsoleta, ninguna contestación a las invitaciones de exposiciones (Ametsen bila) o conferencias,… En cambio, sí acudieron clubes como la Real Sociedad, Athletic, Eibar o Alavés; exjugadores y exseleccionadores como Andoni Goikoetxea, Argoitia, Iribar, Koldo Agirre; representantes de la Federación Guipuzcoana y Vizcaína, los actuales seleccionadores Etxarri y Amorrortu o el propio Laurentzi Gana, entre otros. En cambio la FVF ni aparecer. La FVF no existía. Por el contrario, con el trabajo de investigación me respondieron Federaciones y clubes europeos y americanos, la FIFA, etc., etc.

Este desinterés total de la Federación heredera -se supone- del legado histórico del fútbol vasco se lo hice saber a diferentes estancias oficiales y al principal partido del Gobierno, principalmente al director de deportes del Gobierno Vasco, Sr. Redondo, quien por cierto, me recibió en junio de 2015, tras un año de espera y varios emails.

No considero que mi trabajo sea determinante ni mucho menos, pero lo que sí creo es que amparado en la historia la FVF y el Gobierno Vasco perdieron una gran oportunidad de dar a conocer por qué hoy se reivindica la oficialidad, quién niega la oficialidad, agradecer a todos los jugadores que desinteresadamente asumieron vestir la camiseta verde, la labor que ha hecho la Selección a nivel social, lingüístico y cultural, acercar pueblo a pueblo el sentimiento de la Selección y sus diferentes etapas, crear, en definitiva, un puente entre las instituciones y el pueblo.

Vista la desidia de la FVF y el desinterés de la dirección de deportes del Gobierno Vasco sucumbí ante tal desprecio por la historia de la Selección Vasca. Hay que recordar que el equipo Euzkadi de la guerra civil estaba auspiciado por el Gobierno Vasco por lo que, considero, que éste tenía mucho que decir en el Centenario. Así que para dar carpetazo a esta lamentable pasividad escribí al Lehendakari Urkullu cuya contestación fue remitirme al propio Sr. Redondo.

Decir también que las iniciativas que se tomaron en el doble partido contra Catalunya nacieron de la Federación Catalana de Fútbol, como, por ejemplo, el anagrama conmemorativo que aparecía en las camisetas.

Estas líneas que sean simplemente para que la opinión en general conozca el desprecio de la actual FVF hacia la historia de nuestra Selección y la forma de actuar ante efemérides únicas.

La oficialidad

Hay que recordar que el Sr. Elustondo nada más asumir la presidencia, en sus declaraciones a lo medios de comunicación decía que su principal aspiración al frente del estamento federativo era conseguir la oficialidad. Han pasado cuatro años y habría que preguntarse:

¿Qué pasos ha dado el presidente de la FVF para que esto sea posible?

¿Qué ha hecho el Sr. Redondo para que la Selección juegue en fechas FIFA?

¿Para qué jugar en fechas FIFA?

¿Ha presentado la FVF la solicitud de inscripción en la FIFA?

¿Por qué no dice el Sr. Elustono y el Sr. Redondo qué pasos van a dar hacia la oficialidad?

El único documento que tiene la FIFA respecto a la Selección Vasca a fecha de 15 de mayo de 2014, es el acta donde se prohibía al equipo Euzkadi jugar en Argentina en 1938.

Todas las personas que han acudido a los diferentes campos de fútbol en estas últimas décadas, toda la diáspora que ha seguido los partidos de la Selección desde diferentes países, toda la afición en general que quiere ver jugar al único equipo que les representa, los jugadores que se comprometen anualmente con la Selección,… todos ellos tienen el derecho que se les diga por qué y para qué acuden a los partidos y qué pasos se dan. De esta forma, por muy complicado que esté alcanzar el sueño, al menos se crearía una unión entre afición, Federación y Gobierno, y el partido tendría un carácter de resistencia y no de compromiso virtual.

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