Bego Oleaga, Esther Pérez, Patricia Ruiz
Plataforma por los Derechos Sociales de Gasteiz

La irresponsabilidad del PP de jugar a la desesperada

De aquí hasta las próximas elecciones municipales de 2015 (mucho tiempo nos queda por delante) nos van seguir llegando proposiciones y provocaciones profundamente antisociales e injustas por parte del Partido Popular vasco.

La última, las siete propuestas que Javier Maroto ha anunciado para mejorar la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos y su intención de tramitarlas en el Parlamento Vasco a través de una Iniciativa Legislativa Popular: un ataque frontal y deslegitimador de uno de los escasos sistemas de protección social de la CAE, el cual según los datos del Eustat no cumple con el objetivo de evitar la exclusión y la pobreza, alcanzando simplemente a «suavizar» las situaciones que esta genera. En vez de atajar este gran déficit democrático, las propuestas de Maroto precisamente van en sentido contrario: crear mayores bolsas de pobreza, marginalidad, inseguridad y crispación social. Todo ello con el único fin de no quedarse en los márgenes de la política vasca y mantener a toda costa sus cada vez más exiguos bastiones, principalmente en nuestro herrialde. No es casualidad que haya sido el alcalde de Gasteiz quien haya anunciado esta iniciativa parlamentaria en vez de ceder el protagonismo a sus correligionarios aforados, todo está perfectamente calculado.

Están jugando a la desesperada, y lo saben; con un discurso muy efectivo que no tiene precisamente como fin hacer prosperar su propuesta parlamentaria, y lo saben. Su efectividad radica en lanzar discursos e iniciativas populistas que remueven los instintos más primarios –los de la supervivencia del yo frente a «a los otros»–, lo que lo convierte en muy peligroso a la vez. La historia así lo corrobora. No es una estrategia nueva, pero sí es de reseñar la habilidad que están teniendo para extender una amnesia colectiva que hace olvidar quiénes han creado, propiciado, mantenido y aprovechado la crisis económica que está afectando a miles de personas, y quiénes son los mayores defraudadores del sistema. Y no son las personas inmigrantes precisamente, ni mu- cho menos, pero es fácil enfrentarse a quien es «más débil», puesto que el sentimiento de frustración y desánimo decae.

Con este artículo somos conscientes de que estamos cayendo en su juego, bailamos a su son y puede que ayudemos a propiciar sus réplicas a través de grandes titulares, pero no podemos quedarnos impasibles y está en manos de todas y todos que nuestras voces se alcen mayoritarias, para mostrar que Gasteiz y Araba no generan ciudadanos de primera y ciudadanas de segunda. Y no es una equivocación que hablemos en masculino y femenino respectivamente: el perfil tipo de quienes perciben la RGI, la cara de la pobreza, es mujer sola y con descendencia a su cargo. Las irresponsables propuestas de Maroto, no solo están dirigidas a personas provenientes de otros países que han venido aquí para trabajar y que son minoría entre solicitantes de la RGI; sus prácticas excluyen todavía más a las mujeres y otros colectivos. Pretenden que las personas perceptoras hayan cotizado antes a la seguridad social, lo que dejaría fuera del sistema a cuidadoras informales (con el plus de que ya están doblemente excluidas con la reforma de la ley de dependencia), amas de casa separadas, mujeres provenientes de la economía sumergida, jóvenes…

Por otra parte, las propuestas de Maroto expulsan del sistema de garantías sociales a las personas a las que niegan regularizar sus situaciones administrativas, a las personas que llevan menos de diez años empadronadas en la CAE, a las personas que han sido condenadas por un delito. Es exigible a quien plantea esta propuesta que explique qué medidas va a adoptar para solucionar estas bolsas de pobreza, qué itinerarios de inserción van a establecer, qué medidas para socializar y evitar una ciudad con una parte de su ciudadanía en la más extrema pobreza.

La Plataforma por los Derechos Sociales de Gasteiz abogamos por visibilizar, construir y luchar por un modelo de sociedad inclusiva, coeducadora, diversa, no discriminatoria, habitable, con derechos universales para toda la población, solidaria, avanzada, promotora de derechos laborales justos, un modelo de sociedad que esta ciudad se merece. Por esta razón, hacemos un llamamiento al resto de partidos políticos para que actúen con responsabilidad y no dejen que la presión y la carrera electoral les desvíen de desarrollar políticas sociales e integradoras que fomenten la convivencia. Se trata  de que entre todos y todas sigamos forjando conquistas sociales que repercutan en el beneficio de toda la población.

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