Manuel Millera
Arquitecto y miembro de la Asamblea de Aranzadi

La moto de agua, Salesianos y el TAV

De un lado, unas pocas y grandes fortunas, con una notable capacidad de incidencia política. Del otro, millones de personas desempleadas, trabajadoras precarias, estudiantes, pensionistas o asalariadas con miedo a perder el puesto de trabajo, que van siendo despojadas, desposeídas. En el medio, un sistema político que desde 2008 pierde afección y credibilidad, cada vez más connivente con la minoría privilegiada.

Supongo que recuerdan la película "Barrio" de Fernando León, que va a cumplir los 20 años. Una de las escenas más impactantes es la del propio cartel, cuando a un pobre chaval le toca una moto de agua en un sorteo y se la dejan aparcada y atada a una farola de un barrio lumpen de Madrid. La metáfora es toda una pedrada en el ojo de nuestra moral burguesa.

Cuando empezó la democracia comíamos huevos de corral fritos con chistorra, y 40 años después comemos salmón con plomo, paella con arsénico o merluza con mercurio, comidas de lujo pero envenenadas de modernidad. La economía es una ciencia cargada de trampas, pensada para que el robo pase desapercibido, al servicio del sistema dominante. Los economistas han ideado un mecanismo que oculte las principales verdades y explique lo que interesa a los políticos: que la riqueza se reparte equitativamente... Pero ¡nada más lejos de la realidad!

Desde el comienzo de la mal llamada crisis (léase estafa) el número de ricos ha aumentado para empobrecimiento de las otras clases. O sea, el lujo se come los recursos de los más necesitados. El 10% de la población acapara el 90% de los bienes sociales y los privatiza a su favor. Mientras que entre 1995 y 2010 la población asalariada ha percibido el 48,8% del PIB y el empresariado el 41,7%, en el primer trimestre de 2012 por primera vez los excedentes del empresariado han superado a las rentas salariales. Los beneficios empresariales durante ese período crecieron un 47,8% en términos de PIB, y la revalorización de las acciones de las empresas en un 371% (Colectivo IOE, 2012) aumentando la fisura económica entre ambas clases sociales. El aumento de las desigualdades también tiene su reflejo en el consumo.

Los medios económicos venden que la reactivación de ventas en el sector inmobiliario, que rondan las 44.000 operaciones mensuales en todo el estado, aunque todavía lejos de las 100.000 que se daban antes del 2008, cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Este dato es un dato, y los datos son para tenerlos en cuenta, que diría Rajoy, pero oculta otra realidad por encima, y es que a la ciudadanía normal no le alcanza para comprar, sino tan sólo para alquilar, según las inmobiliarias. La cifra incluye un porcentaje difícil de cuantificar, pero importante, de vivienda de lujo. En toda crisis funciona muy bien el artículo de lujo, ya sea ropa, vehículos, inmuebles, alimentación, hostelería, viajes, etc... La crisis empobrece a la mayoría para enriquecer a la minoría.

Por fortuna, hay también índices sociales. El de Gini, coeficiente que mide las desigualdades, el Estado español se encuentra tercero por la cola en la UE. En 2011-2012 el valor de la desigualdad en el país llegó a 34 puntos, 4 puntos por encima de la media de la UE y el valor más alto que el país ha registrado. Otro indicador es el Ratio 80/20, que establece la brecha entre el 20% de la población que más ingresos tiene y el 20% que menos. Aquí el Estado español ocupa el podio europeo, con un valor de 7,5 contra el 5,7 de la media de la UE-27, y con un aumento que ronda el 40% desde 2007 (Eurostat, 2012).

La industria del lujo en el Estado español creció un 20% en 2011 y un 14% en 2012 (ABC, 2012). La venta de coches de lujo creció un 80%, (mientras que la venta de coches en general descendió un 20%) y el consumo de lujo personal (moda, joyería, cosmética, accesorios, relojería) superó los 5 mil millones de euros, un 1,4% más que en 2011 (Europa Press, 2012). Lo que produce una estructura social cada vez más jerarquizada y desigual, mientras dentro de Europa se propone que nuestro papel sea el de camareros de los alemanes y nórdicos. Datos escalofriantes: Cerca del 25% de hogares están en pobreza o riesgo de. Un 40% no tiene capacidad de afrontar gastos imprevistos. Un 15% llega a fin de mes con mucha dificultad, porcentajes que van aumentando...

De un lado, unas pocas y grandes fortunas, con una notable capacidad de incidencia política. Del otro, millones de personas desempleadas, trabajadoras precarias, estudiantes, pensionistas o asalariadas con miedo a perder el puesto de trabajo, que van siendo despojadas, desposeídas. En el medio, un sistema político que desde 2008 pierde afección y credibilidad, cada vez más connivente con la minoría privilegiada. En chino crisis significa oportunidad. Para la clase dominante, la de acrecentar sus privilegios, de hacer grandes negocios especulativos, de acumular más riqueza, de imponer las decisiones políticas que más se ajusten a sus intereses. Para las mayorías, también la de movilizarse, organizarse y hacer una reflexión crítica y colectiva sobre el sistema político y económico, sobre la participación política, sobre la herencia social que se está dejando a las generaciones futuras. La oportunidad de construir y poner en marcha alternativas que permitan transitar hacia una sociedad más justa, igualitaria y sostenible.

En este contexto, Pamplona-Iruña y Navarra plantean Salesianos y el TAV. Una moto de agua en un descampado polvoriento. Más de la mitad de los navarros y navarras no van a poder subirse al TAV porque, pese a que los billetes están fuertemente subvencionados, alcanzan más de 100 euros por trayecto. Las viviendas de Salesianos apuntan al único mercado posible en un momento de calentamiento «suave» del mercado inmobiliario: compradores de clase alta, capaces de endeudarse por 300.000 o 400.000 euros en alguna de las salesianas torres de 17 plantas.

Un Ferrari amarillo en la puerta de casa que no podremos mover por falta de gasolina. ¿Es esta la política social que esperaban lxs votantes del cambio? Geroa Bai junto a UPSN, y a favor del lujo. Regresemos a los huevos fritos con chistorra de la abuela, siguen siendo riquísimos y no tienen veneno escondido. La diferencia con la película es que la moto de agua no nos la regalan, la vamos a comprar a precio de oro. Y luego vendrán más recortes en temas realmente necesarios. Si les dejamos, claro. El lujo empobrece a la mayoría. No podemos permitirnos este lujo.

Bilatu