Kike Fdez. de Pinedo, Lorena López de Lacalle, Manu Rezola y Luis María Salgado
En nombre del Grupo Juntero de EH Bildu

Las primeras piedras de la nueva Araba

Soñábamos, soñamos y seguiremos soñando con esa Araba verde, roja y morada que aspiramos a construir entre todos y todas. Llevamos años constatando que Araba ha cambiado, que soplan nuevos vientos y que los años de lucha en este herrialde están dando sus frutos.

De hecho, Araba hace tiempo que dejó de ser el castillo de las fuerzas conservadoras y unionistas, como hace tiempo que empezó a girar a la izquierda.

Pero que nadie piense que todo eso va a surgir de no se sabe dónde de la noche a la mañana. No se pueden construir castillos en el aire y por eso, desde EH Bildu estamos convencidos de que tenemos que poner las primeras piedras de esa nueva Araba.

Tenemos los cimientos puestos. El pasado mayo conseguimos desalojar al PP de las instituciones. Lo hicimos entre todos y todas porque era necesario un acuerdo entre diferentes y, sobre todo, porque hacían falta grandes dosis de generosidad para que el PNV aceptara ese reto.

Pues bien, si ha cambiado el gobierno deben cambiar también sus políticas. Pero que nadie se lleve a engaño. En este territorio gobierna el PNV. Así que entre prorrogar las cuentas del PP, dejar que el PNV se echara a los brazos del PP y volviera a aprobar unos presupuestos de derechas, EH Bildu intentó incidir en las cuentas públicas para el próximo año. Era la primera vez que EH Bildu podía asumir ese reto y decidió enfundarse el buzo y las botas y entrar a esa negociación.

Así lo anunciamos en octubre y durante semanas hemos trabajado en ese sentido. Buscamos proyectos diferentes, que impulsen políticas diferentes y que permitan poner las primeras piedras de esa nueva Araba verde, roja y morada. Nos hemos alejado del clásico modelo de negociación presupuestaria que durante décadas se ha reproducido en las Juntas Generales y que se basaba en el «qué hay de lo mío» y, sobre todo, «qué hay para mis pueblos».

Hicimos una larga lista de retos por áreas, de líneas estratégicas y, ante todo, de proyectos asumibles en la actual coyuntura. De ahí, salió un largo listado de propuestas. Algunas se recogieron ya en el proyecto presupuestario. Otras, han sido aprobadas en el posterior debate de enmiendas. Todas ellas han sido fruto también de los más de 40 encuentros que hemos mantenido durante las últimas semanas con agentes sociales, políticos y económicos de Araba. Por primera vez hemos convocado también dos asambleas en Araba para dar cuenta de este proceso.

Nuestra Araba del futuro será verde porque hemos hecho especial hincapié en el fomento de energías renovables, en la gestión de los parques naturales o en la biodiversidad. Será roja porque apostamos por la inclusión de cláusulas sociales, la contratación responsable, el fomento del empleo en las cuadrillas o la formación en nuevos nichos de empleo. Morada, porque contaremos con técnicos de igualdad en todas las cuadrillas, porque impulsaremos un campaña contra la xenofobia y proyectos cooperativistas de mujeres.

Nuestra araba es social y solidaria. Nuevas plazas residenciales, incrementar el Servicio de Ayuda a Domicilio, un programa de acogimiento familiar profesionalizado para menores. Todo ello sin olvidarnos de Hegaraba, Arabatran, Trebiñu o un centro de transformación agroalimentario. Estas son algunas de las propuestas, como las que también hacemos en euskara, cultura, creación artística, patrimonio… La lista es larga pero sobre todo, estamos convencidos y convencidas de que ayudará a sentar unos cimientos sólidos para seguir avanzando en la construcción de esa nueva Araba.

Por cierto, que nadie se piense que todo eso se hará sin mancharnos las manos, sin ponernos las botas y pisar barro. Porque pisar barro, mancha, te puedes resbalar y caer, es complicado mantener el equilibrio, y si te caes, seguramente te costará un poco levantarte, pero sólo quien pisa barro deja huella en la tierra que pisa. A partir de enero, desde la oposición tenemos otro reto fundamental, hincar el diente al debate de fiscalidad, conseguir que los ingresos sean justos y que quienes más tienen más aporten. Por lo tanto, manos a la obra y ¡a seguir trabajando!

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