Y es que con independencia de los ataques que se han vertido por parte de los partidos de la casta contra el estudio realizado por la empresa Orbere, al tacharlo de inverosímil e irreal. Habría que preguntarles entonces ¿para qué diantres lo encargaron? Máxime cuando ellos mismos consideraron que era el idóneo por credenciales y por coste, eso por no mencionar que su mayoría parlamentaria no ha hecho más que hacer más endeble el sondeo, al no dejar que se preguntara sobre temas espinosos como el asunto Caja Navarra, las posibles ayudas a Osasuna, el trato al euskera o el recurso del Estado al IVA de Volkswagen.

Pero es que además, como vino a decir el profesor de economía de la UPNA y miembro más conocido de Podemos en Navarra, Joan Josep Bosch, lo extraño es que no tengan más votos, por una verdad que me enseñaron buena parte de las profesoras que tuve mientras estudie trabajo social, que no es otra que un sistema para poder perpetuarse y estar legitimado precisa dar una serie de outputs a sus ciudadanos (pongamos sanidad, educación, servicios sociales...), con los que estos estén contentos y tengan un porque a la hora de mantenerlo.

Realidad que viendo lo que ustedes han hecho primero con la constitución de un Ejecutivo entre regionalistas y socialistas, para acto seguido asistir a una charlotada en la que el PSN-PSOE no sabía ni que votaba, salvo que unas políticas neoliberales atemperadas y UPN en la Diputación debían continuar, una vez que su entente inicial hizo ya imposible estudiar a muchos hijos de parados o trabajadores en la UPNA por la subida de las matriculas, dificultado unos ingresos mínimos a la gente en peores condiciones con su derogación de la renta básica para aprobar una especie de versión bastarda como fue y es la RIS, llena de prejuicios hacia sus receptores, a los que tacharon de ser poco menos que una panda de timadores que vivían a la sopa boba, metían la poda en sanidad o aplaudían las sucesivas contrarreformas laborales que se aprobaban en Madrid, entre las que estaban la concatenación perpetua de contratos temporales, el despido libre a los jóvenes o dando la posibilidad de poder descolgarse de los convenios colectivos a las empresas, hacen que a su lado como denuncio el bueno de Jorge Verstrynge, incluso un dictador de extremaderecha como Franco parezca un bolchevique.

Ante lo que estaría bien que antes de salir los Adanero, Lizarbe y Beltrán de turno a contarnos que esto es poco menos que una chirigota, reflexionaran sobre cómo han roto el contrato social con los ciudadanos mientras ellos se subían el sueldo, y hacían gestiones tan dignas de enmarcar como hacer la vista gorda para que el CA Osasuna dejara de abonar 49,5 millones a la Hacienda foral, arruinaban la CAN, tiraban por la borda 110 millones de euros en la construcción del Navarra Arena y el circuito de Los Arcos y lo coronaban ideando un TAV para unir solamente Pamplona con Castejón por 695 millones, a la espera de sobrecostes.