Germán Gorraiz López
ATTAC NAFARROA

Los retos del nuevo Gobierno de Navarra

Por caos (Khaos o ‘vacío que ocupa un hueco en la nada’) entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos pues nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que deberemos recurrir a la llamada ‘Teoría del Centésimo Mono’ para intentar explicar la inaudita concatenación de fuerzas centrípetas y centrífugas que habrían coadyuvado para que asistamos en Navarra al finiquito del endemismo navarrista UPN-PSN y su sustitución por un gobierno progresista.

Podemos-Ahal Dugu y el nuevo gobierno progresista navarro

La aparición de Podemos-Ahal Dugu liderada por Laura Pérez en el escenario político navarro habría insuflado vientos de cambio y devuelto la ilusión y la confianza en las instituciones a miles de votantes hastiados de la pésima gestión de los últimos gobiernos navarristas UPN-PSN que habrían provocado la entrada en números rojos de la Hacienda foral con una deuda estimada de 3.500 millones de euros para finales del 2014 y refractarios al atavismo de la dicotomía identitaria (navarristas vs. nacionalistas), consiguiendo gracias al tirón mediático de su líder Pablo Iglesias que un partido neonato irrumpa de forma triunfal en el nuevo Parlamento foral (7 escaños) y pase a ser colaborador necesario en la concreción de la utopía factible del cambio en Navarra, siendo preciso transitar por la senda marcada por el pragmatismo político: ‘Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible’.

La utopia factible en Navarra se concretará en la formación de un cuatripartito (Geroa Bai-Podemos-EH Bildu-IU) pilotado por Uxue Barcos que se encargará de finiquitar el endemismo navarrista UPN-PSN tanto a nivel parlamentario como municipal y que dará prioridad en lo social a la restauración del llamado Estado social y democrático de Derecho y en lo político a la reedición del Órgano Común Permanente (OCP) con la Comunidad Autónoma Vasca que consistirá en la constitución de una mesa multilateral de agentes políticos, sociales, económicos y sindicales del País Vasco, de Navarra y del País Vasco francés para acordar un nuevo marco político y territorial en el que quedaría integrada Navarra, quedando relegado ‘sien die’ la celebración del referéndum consultivo previsto en la Disposición Transitoria 4ª de la Carta Magna de 1978.

Regeneración democrática y de valores

La entrada en recesión de la economía navarra implementó el estigma de la incertidumbre y la incredulidad en una sociedad navarra inmersa en la cultura del Estado de Bienestar del mundo occidental y derivó posteriormente en un shock traumático al constatarse el vertiginoso tránsito desde niveles de bienestar hasta la cruda realidad de la pérdida del trabajo, (escalada de la tasa de paro desde el 8,2% en el 2008 hasta el 15,66% actual), posterior desahucio e inmersión en umbrales de pobreza y dependencia en exclusiva de los subsidios sociales al tiempo que un vendaval de indignación congeló mentes y corazones al constatar que el cáncer metastásico de la corrupción habría convertido la escena política-financiero-empresarial en un inmenso queso taladrado y envuelto en la capa de la inviolabilidad (estatus de aforado).

En consecuencia, el nuevo Gobierno de progreso procederá a instaurar la Tolerancia Cero con los casos de corrupción, a implementar políticas de transparencia que afectarán a todos los departamentos dependientes del Ejecutivo así como a todas las empresas y entidades beneficiarias de subvenciones, a una reducción de los sueldos de altos cargos y consejeros del nuevo Gabinete y a la drástica reducción de cargos de libre designación (más de 100 durante el Gobierno de Barcina) con el objetivo inequívoco de lograr una profunda regeneración democrática y recuperar valores perdidos en el consumismo compulsivo de la última década como la solidaridad, el trabajo comunitario (auzolan) y la valoración del esfuerzo personal como vehículo de superación individual.

Políticas de cohesión social y lucha contra la desigualdad

Aunque la tasa de paro en Navarra seguiría siendo la más baja del Estado español (15,66 %), la cruda realidad nos recuerda que el número de hogares con todos sus miembros en paro se va elevando hasta niveles preocupantes y cada vez son más los parados de larga duración que pierden todo tipo de subsidio al tiempo que aumenta la precariedad laboral. Así, según un informe de CCOO sobre la primera EPA del 2015, alrededor de 25.400 personas llevarían ya en el paro más de un año y, de un total de 253.000 hogares en Navarra, 18.200 hogares tendrían a todos sus miembros activos en paro y, en consecuencia, las políticas sociales del nuevo Gobierno irán dirigidas a mejorar la cohesión social y a reducir la creciente desigualdad, reforzando los sistemas de protección social, para lo que se incrementarán las partidas presupuestarias destinadas a sufragar la actualmente existente Renta Básica o Renta de Inclusión Social con el objetivo de cubrir las necesidades esenciales de las unidades familiares en situación de exclusión así como fomentar la incorporación social de dichas unidades familiares aunado con la promulgación de la Ley anti-desahucios, el finiquito de la política de externalización de servicios públicos, la eliminación de la llamada ‘pobreza energética’ y la instauración de un plan de empleo urgente para lograr la inserción laboral de jóvenes sin empleo y de parados de larga duración.

Normalización del uso del euskera

En el plano político, la mayoría parlamentaria navarrista UPN-PSN ha defendido hasta el momento el mantenimiento de la zonificación lingüística como garantía del respeto a la pluralidad de Navarra por lo que los cotos lingüísticos virtuales e impermeables a toda influencia externa implementados en 1986 en Navarra por la Ley del Vascuence aún permanecen vigentes aunque con síntomas de resquebrajamiento en sus paredes. Así, con el nuevo Gobierno asistiremos a la implementación del modelo uniformista aplicado en el País Vasco con la Ley 10/1982 Básica del Euskera para lograr ‘una euskaldunización dirigida de todo el territorio’ que posibilitará que el alumnado de Infantil y Primaria de todo el territorio foral pueda acceder a una educación trilingüe, pasando las 15 ikastolas concertadas esparcidas por todo el territorio foral a integrarse en la Red de la Educación Pública.

La Carta Europea de las Lenguas Minoritarias en su tercer informe de seguimiento resaltó «la persistencia de las carencias de presencia del euskera en los medios de comunicación social», de lo que sería paradigma el limbo alegal en que se encuentran Euskalerria Irratia y las emisiones de EITB en Navarra. Euskalerria Irratia (creada en 1988 y única emisora que emite íntegramente en euskera en la Comarca de Pamplona, Iruñerria), permanece en una situación de alegalidad al no habérsele asignado una licencia oficial de emisión radiofónica en ninguna de las convocatorias de adjudicación habidas en los últimos 20 años, a lo que habría que sumar la supresión de las ayudas del Gobierno de UPN a las distintas publicaciones en euskera de la Comunidad Foral, por lo que se procederá a la legalización de dicha emisora, a la captación digital de los contenido de EITB para todo el territorio foral y a la restitución de las subvenciones oficiales a las publicaciones navarras que utilizan el euskera y que fueron suprimidas de un plumazo en el 2012 por Euskarabidea o Instituto Navarro del Vascuence.

El objetivo último sería evitar el riesgo de estancamiento y posterior fosilización del euskera o vascuence en Navarra, incrementando los fondos económicos y las campañas de promoción del uso del euskera en todos los ámbitos de la sociedad, adoptando medidas para la conservación y expansión de los dialectos del vascuence, promoviendo una discriminación positiva pero racional en el Concurso de Méritos en las oposiciones y haciendo en definitiva que el euskera salga de su actual gueto y sea un bien cultural y nexo de unión de todos los navarros.

¿Nueva Gamazada?

Con el Gobierno navarrista de Yolanda Barcina se habría producido una clara sumisión de UPN a los dictados del Gobierno del PP, pues debido a su minoría parlamentaria en la Cámara navarra habría llegado a un acuerdo tácito con el Gobierno central para frenar las leyes que apruebe el díscolo Parlamento navarro mediante el recurso sistemático ante el Tribunal Constitucional, basándose en el artículo 161.2 de la vigente Constitución que señala que «el Ejecutivo central podrá impugnar ante el Tribunal Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las CCAA» y que ha supuesto ‘de facto’ vaciar de contenido las competencias legislativas de la Cámara foral y convertir a Navarra en una comunidad tutelada por el Gobierno central.

Asimismo, estaríamos en la antesala de un severo recorte de la capacidad de la Cámara Foral para legislar impuestos (autogobierno fiscal navarro), que se enmarcaría en el contexto de sistemático ataque de los partidos centralistas al régimen foral navarro, al que acusan de ‘insolidaridad fiscal con el resto del Estado’ y que se traducirá en la instauración de una nueva doctrina autonómica por parte del nuevo Gobierno central que surgirá tras las elecciones generales de noviembre del 2015. Dicha doctrina consistiría en la implementación de un Estado seudofederal basado en el democrático e igualitario café para todos, medidas constrictivas que podrían convertir a la Comunidad Foral en un autogobierno devaluado, enconsertado y sometido a los dictados del Gobierno central o Tribunal Constitucional de turno, por lo que no sería descartable la reedición de la Gamazada (reacción popular de la ciudadanía navarra contra la intentona del ministro español Gamazo de suprimir el régimen fiscal navarro establecido en la Ley Paccionada de 1841).

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