Maialen Saéz
Presidenta GSF

Masificación en las playas

Desde Gipuzkoako Surf Federazioa queremos denunciar la gravísima situación que están atravesando los usuarios de las playas guipuzcoanas. Resulta prioritario y urgente  hacer posible una convivencia en armonía entre el colectivo surfero y bañistas, principalmente.

Desde hace años, la sostenibilidad de nuestras playas se ve amenazada por falta de un modelo de regulación que sea efectiva y responsable.

El crecimiento ilimitado del número de escuelas nos conduce al descontrol, a la masificación, que en muchas ocasiones va ligada a una guerra de precios, lo que  conlleva a aglutinar cursillistas en un mismo grupo voluminoso, a fin de compensar y dar viabilidad a estas ofertas. En consecuencia, se genera un declive de la calidad del servicio y la seguridad, aspectos característicos de identidad que no podemos perder.

La nueva Junta Directiva de GSF está ofreciendo ayuda a las instituciones de manera proactiva con el fin de aportar ideas para dar salida a la situación en las localidades de Zarautz y Donosti, focos principales de la problemática en Gipuzkoa. Asimismo se ha estado solicitando de forma reiterada ser convocados a cada una de las reuniones que se celebrasen con las escuelas para abordar este tema y plantear ideas o alternativas a las medidas impuestas hasta el momento, en ocasiones, inefectivas e injustas.

Tras una primera y reciente reunión con el Ayuntamiento de Zarautz, comenzamos a dar «los primeros pasos» en lo que será un arduo trabajo para tratar encauzar el surf nuevamente hacia la convivencia entre usuarios. Sin embargo, lamentamos continuar a la espera de que se nos sume Donostia. Consideramos que la Federación tiene mucho que aportar en esa toma de decisiones ya que representa a este deporte y al colectivo que lo practica. Por ello, estamos trabajando de manera voluntaria e independiente en una propuesta cuyo eje principal sea la defensa de la comunidad surfista, considerando siempre al resto de usuarios con el mismo derecho al uso del mar.

Hay soluciones lógicas y factibles a corto plazo que podrían desatascar todo este asunto, si se tiene predisposición para ello. Considerando la gravedad del marco actual, somos conscientes de que  la solución no será de agrado para todos ya que el aforo tendría que ser reducido y/o limitado para poder garantizar y recuperar la sostenibilidad, ajustándonos a los recursos naturales de cada playa.

Es necesario primar las necesidades reales, no solo las económicas, tales como el poder disfrutar de nuestro surf, dar servicios de calidad, la seguridad y el respeto en el agua,  monitores con titulaciones que garanticen una buena formación y sepan transmitir conocimientos que contribuyan a recuperar valores y el código del surf,  la desestacionalización, un modelo donde esté presente el euskera, el derecho a un oficio digno, permisos a eskolas gestionadas por extranjeros que no ofrecen servicio a locales aún utilizando nuestros recursos naturales, recuperar los requisitos iniciales exigidos a las instalaciones de las escuelas para optar a la licencia, el cese de escuelas sin licencia de actividad...

Está muy bien querer abrir nuestra tierra al resto del mundo, con una oferta surfera, campeonatos y demás, pero no a cualquier precio... Es momento de empezar a cuidar a los de casa. La situación está llegando al límite y no nos gustaría ser testigos de más accidentes o la continuidad del declive del surf y sus valores, que afecta de un modo u otro a una amplia parte de la población, costera o no, así como a diferentes sectores de negocio. Una responsabilidad que requiere del esfuerzo de todos y de todas.

Dado que la situación actual es consecuencia de decisiones tomadas sin el suficiente conocimiento y la atención que requiere este asunto, ha llegado el momento de que se considere la opinión y experiencia de los que viven diariamente el problema. Se tratará de valorar lo acordado o prometido desde los primeros intentos por regularizar las playas y el recorrido hasta los modelos actuales, atajando la falta de respuesta desde las instituciones y dando voz a clubes/colectivos surferos y las escuelas. Nos encontramos ante un reto de máxima urgencia debido la multitud de quejas que nos llegan.

GSF muestra así su total compromiso por tomar cartas en el asunto contando con el apoyo de las instituciones, siempre y cuando las medidas beneficien los intereses de todos los usuarios o vayan acordes a los objetivos de la Federación como representante de la comunidad surfista.

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