Angel Rincón, Jesús Nieto, Javier Ayepe, Arantxa Asiain, Mari Jose Sagasti, Carlos Otxoa
Miembros de Junta de la Coordinadora Navarra de Pueblos por la Memoria Amapola del Camino

Medalla póstuma a un pasado maldito

Asistimos estos días los navarros entre abochornados, indignados y estupefactos, a otro episodio de un gobierno regionalista en caída libre, que intenta colgarse una medalla de oro casí póstuma mediante el uso de tretas y manipulaciones de la Historia, presentando al constructor y político franquista Félix Huarte como gran mecenas enamorado de Navarra –en palabras de su biográfo oficial J. Paredes–, bienhechor al que le debemos lo que hoy somos: una Navarra industrial y moderna que UPN ha gestionado en el postfranquismo como herencia impoluta de tan "ilustre" empresario, intentando convencernos de que la Historia la hacen "los grandes hombres", y no los pueblos, como ironizaba Bertol Brecht.

Pasaría así a un segundo plano contar cómo hizo su fortuna el prócer navarro a la sombra del régimen franquista, y cómo una Democracia destruida por un golpe de estado militar y una guerra cruenta, iba a ser transformada en un suculento negocio para este tipo de prohombres hábidos de beneficios y leales servidores de la Dictadura.
 
Esta grotesca manipulación de la Historia que han defendido patéticamente Sánchez de Muniain y Goicoechea en su comparecencia ante la prensa, manteniendo la impúdica concesión de la medalla de oro de Navarra 2014 a Huarte y Urmeneta, en nombre de todos los navarros es, en realidad, una maniobra justificadora del golpismo y de la dictadura genocida, maquillada de "desarrollo industrial" cómo valor destacable, descontextualizado de un pasado maldito que recordamos como si fuera ayer y que todavía hoy quieren imponernos los sucesores de Huarte, Aizpún y del Burgo, otorgándonos a los de abajo el papel de  borregos agradecidos a una dictadura casposa y cuartelera a la que debemos nuestro presente y nuestro "incierto" futuro sin ellos.

Pero olvidan quienes ahora están en el gobierno, que los navarros tenemos Memoria, esa que se prohibe, oculta y manipula desde instancias oficiales en estos tiempos de Restauración borbónica. La que hemos ido recuperando trabajosamente por medio de testimonios dolorosos de familiares a los que los "partidos del Consenso" en la Transición traicionaron, mientras proclamaban a los 4 vientos la llegada de la democracia y de una pretendida reconciliación que no fue más que impunidad y olvido.  Memoria que hemos ido desenterrando horrorizados, exhumando fosas comunes repletas de cadáveres torturados, maniatados, y en muchos casos desconocidos, que hoy quieren volver a enterrar sin identificación y por convenio Gobierno Foral y Ayuntamiento de Iruña en un triste panteón del cementerio pamplones. Sepultureros son los mismos que otorgan medallas de oro a quienes se enriquecieron entre la sangre y el lodo; los mismos que abren como sala municipal de uso público el Monumento a los Caidos, monumento al crimen y a la violencia, en cuya cripta, propiedad del Arzobispado, descansan los restos de los generales golpistas Mola y Sanjurjo, responsable directo el primero de la desaparición y asesinato de 3400 civiles en Navarra a partir de 1936. Y los Caballeros Voluntarios de la Cruz siguen enalteciendo el terrorismo golpista de Franco y sus secuaces con total impunidad bajo el ala protectora del arzobispo.

Esa es la verdad que hay que contar y reconocer sobre el Franquismo, y no otra. Exigimos Verdad, Justicia, Reparación, pero la Verdad se oculta en las altas instancias, la Justicia se tiene que pedir en la Argentina, y la Reparación no existe, recibiendo a cambio la bofetada provocadora y constante de quienes deberían respetar, por su alto cargo y responsabilidad pública, a las víctimas del Franquismo, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Parlamento de Navarra.
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Ante esta grave situación, en la que el Gobierno de la Derecha navarra hace oídos sordos al clamor popular, imponiendo una decisión que constituye un insulto a los valores éticos y  democráticos de la sociedad, la Coordinadora Navarra de Pueblos por la Memoria Amapola del Camino - Oroimenaren Aldeko Herrien Koordinakunde Nafarra, hace un llamamiento a las Asociaciones que participan en el Consejo Navarro de la Memoria con el Gobierno Foral, Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra 1936  y Pueblo de las Viudas de Sartaguda, para que, en defensa de la dignidad de sus seres queridos, abandonen dicha institución, porque no vale la pena seguir lavando la cara a los cómplices de Franquismo.

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