Juanma Hernandez Agudo
Ekologistak martxan

Obligados a reciclar para vivir

La fecha del 17 de mayo, Día Mundial del Reciclaje, debe servir al menos para reflexionar sobre la utilización que hacemos de los residuos que generamos, hacer un balance de la gestión de los mismos e impulsar políticas decididas que fomenten la reducción, reutilización y reciclaje.

La Agencia Europea de Medio Ambiente ha publicado los resultados de la gestión de los residuos domésticos en diversos países europeos y su evolución en los últimos 10 años. El Estado español, uno de los países de Europa que más residuos genera, tiene una tasa de reciclaje de apenas el 33%. A pesar de las continuas campañas de sensibilización en favor del reciclaje, en estos últimos diez años esta tasa sólo ha subido dos puntos, del 31% que tenía en el 2004 al 33% actual. El método más utilizado para gestionar los residuos es el vertido con un 55%. El 12% restante va destinado a la incineración. Mientras tanto la Unión Europea para 2020 exige a los estados miembro una tasa de reciclaje del 50% en cada uno de los materiales que componen los residuos domiciliarios, para aumentar al 60% en 2025 y 65% en 2030. Con este panorama es evidente que urge cambiar el modelo de gestión de residuos actual no solamente para cumplir los objetivos pactados sino principalmente por nuestro propio bienestar.

En Navarra la situación no es muy distinta a excepción de algunas localidades de la Mancomunidad de Sakana donde gracias al sistema «Puerta a Puerta» se alcanzan cifras de reciclaje en torno al 80%. Este es sin duda el sistema que «triunfa» no solamente en Sakana o localidades guipuzcoanas como Usurbil, donde la gestión que hace este Ayuntamiento de los residuos y su altísima tasa de reciclaje han recibido reconocimiento internacional. Grandes ciudades como San Franciso o Sidney también aplican este sistema con estupendos resultados. El «Puerta a Puerta» debe ser la apuesta de futuro y el 5º contenedor o las zonas de compostaje comunitario realidades a corto plazo para separar la materia orgánica.   

Esta separación de los residuos domésticos orgánicos merece especial atención. Supone casi la mitad de los residuos domésticos. Tras tres años de trabajo repartidos en cuatro fases en los que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona ha impulsado una campaña de recogida voluntaria de residuos orgánicos a través del 5º Contenedor, los resultados son muy pobres. Un 44% de los hogares se han inscrito pero en la práctica sólo se separa un 17% del total de la materia orgánica. Como consecuencia de esta escasa participación ciudadana, la mayor parte de la basura que generamos en enterrada en Gongora, con lo que perdemos además de otra clase de recursos, la posibilidad de producir más compost con el que reducir la excesiva utilización de abonos químicos y aumentar la fertilidad de la tierra. Además del ineficiente aprovechamiento de los residuos domésticos, hoy por hoy apenas se separan los residuos generados en los polígonos industriales. Es habitual encontrarse toda clase de residuos revueltos en un único contenedor incluyendo algunos altamente contaminantes y nocivos para el medio ambiente. En estas zonas se deberían poner más contenedores y velar porque los residuos se separen correctamente, incluyendo medidas punitivas para los infractores.

El vertedero de Góngora, la planta de tratamiento del Culebrete o la incineradora de Zubieta proyectada en Gipuzkoa son ejemplos de una mala gestión de los residuos. Son macro-proyectos con un altísimo coste material y ambiental que entre todos tenemos que pagar y  asumir obligatoriamente. Pedir la obligatoriedad de la correcta separación en origen de los residuos entendemos que es lo más eficaz y beneficioso para nuestros bolsillos y para el medio ambiente. Medidas en este sentido se han establecido en ciudades como Madrid donde una normativa municipal obliga a cada vecino a separar sus desechos en origen. El incumplimiento de esta normativa acarrea el pago de una multa que puede ser entre 250 y 750 euros.

Asimismo, sería muy conveniente que el Gobierno de Navarra implantase un sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases tal y como va a aplicar el Consell valenciano para el 2018. Mediante este sistema los ciudadanos pagan 10 céntimos más por los envases de refrescos, zumos y cervezas. Este dinero de más se recupera en el momento que se devuelven los envases al establecimiento comercial. En Alemania por ejemplo con un sistema parecido han conseguido aumentar el reciclaje de los envases del 30% actual a más del 90%.

Coincidiendo con el Dia Mundial del Reciclaje el Gobierno de Navarra y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona han presentado una campaña informativa para fomentar la correcta separación de los residuos, en especial de la materia orgánica. Debemos seguir insistiendo en las campañas de concienciación de la población acerca de la necesidad de separar bien los residuos para que puedan ser posteriormente reciclados. Ahora bien, los ciudadanos tenemos el derecho a disfrutar de un Medio Ambiente digno pero también tenemos el deber de respetarlo y cuidarlo. Esto supone a que tenemos que responsabilizarnos de los residuos que generamos, intentar generar los menos posibles y los que generamos separarlos correctamente. Si seguimos en la senda de la mera voluntariedad y no damos un paso más obligando a separar,  los datos de reciclaje seguirán siendo los de un país a la cola de Europa. La obligatoriedad tratara de igual a igual a los ciudadanos para que no haya quien recicle y otros que se aprovechen. Todos debemos colaborar para mejorar.

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