Bittor Arbizu
Licenciado en Filología Vasca

Sangüesa y Nafarroa Oinez 2014

Zangozako Ikastola, organizadora del Nafarroa Oinez de este año, nos pide que acudamos a la fiesta grande de las Ikastolas de Nafarroa. Son muchos los motivos que hacen atractiva la cita, cuyo objetivo principal es proteger y recuperar la joya más valiosa de nuestro patrimonio cultural: el euskera.

Entre los alicientes tenemos la hospitalidad de las gentes de esta zona del Viejo Reino y un hermoso paisaje con edificios cargados de historia. Una de las ultimas veces que acudí, creo que desde Aibar/Oibar, el río Aragón venía bravo y la tonalidad verdosa le daba un encanto especial. Atravesar el puente y encontrarte con la joya que es la Iglésia de Santa María la Real, con su portada románica, impresiona. Igualmente grato fue ver, entre otros, el Palacio que fuera residencia temporal de los Reyes de Nafarroa.

   Recientemente interesándome en internet por la razón de que un pueblo burgalés se llamasé Vizcainos, vi que según su ayuntamiento “Su fundación se atribuye a navarros de Sangüesa” (Wikipedia), lo cual es bastante posible, y además lógico que nombrasen la localidad con el signo distintivo lingüístico que tenían, es decir la lengua que usaban, el vizcaino, que fue una forma habitual de denominar al euskera en algunos siglos de la Edad Media. Otro caso tenemos en el pueblo de Tierra Estella/Lizarraldea llamado Oco/Oko, cuyos habitantes en torno al siglo XIII, fundarón otra localidad del mismo nombre en Avila, donde llevaron la lengua que hablaban, el euskera. Prueba de ello es la cumbre y la acequía llamada Gorria, cuyo nombre perdura hasta nuestros días.

    Un atractivo muy especial de la zona es que sean las tierras de San Francisco de Xabier, cuyo castillo está a escasos diez kilómetros, el cual indicaba, en 1544 desde Oriente, “la mía la bizcaína (euskara)”, y es que para este emblemático santo fue su lengua materna y en la que pronunció sus últimas palabras.

   El euskera es la lengua de nuestros antepasados, que vive un renacimiento en los jóvenes, con vocablos que enlazan con la prehistoria, y que nombran nuestros pueblos, ríos y montañas. Hace dos milenios rebasaba los límites de la actual Euskal Herria, llegando por el este hasta el valle de Aran (aran ‘valle’ es vasco). Fue la lengua mayoritaria del viejo Reino de Nafarroa, cuyo rey Sancho VI el Sabio se refería a ella en 1167 como lingua navarrorum, es decir la lengua de los navarros. Urzainki aporta un dato de 1177 sobre la muga con Castilla, donde era “la lengua de la delegación del reino de Nafarroa”. El euskara era el vehículo de comunicación oral único de la población, incluso ente los altos cargos del Reino, hasta principios del siglo XV.

   En 1545 el navarro Etxepare escribió el primer libro impreso en euskara. Los también navarros Axular (1643) y Leizarraga (1571), que tradujo del “Nuevo Testamento” al euskara por encargo de la reina de Nafarroa, contribuyeron a fijarla como lengua escrita.

   Se sabe que en Iruña en 1604 “muchos vecinos y habitantes no sabían ni entendían otra lengua que el dicho bascuence… lenguaje primero y natural de la dicha ciudad. Igual ocurría en Lizarra, donde en 1607 un tercio de la población sólo sabía expresarse en euskara. En 1778 “la tierra vascongada ocupa, de tres partes del Obispado, las dos y más”.

   Diversos hechos incidieron en su retroceso, entre ellos que en 1768 se prohibiera en la enseñanza. En Lizarra tras la conquista castellana según vemos en ‘Estella’ de Javier Iturbide, “Fernando el Católico nombra alcaide de la fortaleza conquistada a Cristóbal Villalba. En lo sucesivo este cargo recaerá en castellanos”, un dato que interpreto que acarrearía consecuencias lingüísticas. Un sacerdote de la Sakana me dijo algó frecuente en el siglo pasado: ”Lehen zegoen debekatuta, zigorrak ematen zizkioten mutikoei… Gure amak ez zekien erderaz, Iruñera joaten zenean jendeak barre egiten zion”.

   Hoy en día vemos en prensa titulares como ‘Municipios navarros exigen cumplir la obligatoriedad de ofrecer servicios en euskera en la Administración’, ‘El Defensor del Pueblo sostiene que las administraciones navarras no pueden promocionar con carácter general una lengua extranjera y al mismo tiempo "olvidar" una propia como el euskera’. En Zangoza leí el artículo "Por el derecho de estudiar y vivir en euskera" firmado entre otros por los alcaldes Sangüesa y Roncal: "Los pueblos de nuestra merindad (Sangüesa) son parte del pueblo del euskara, el euskara históricamente ha sido y en la actualidad es parte del presente de nuestra merindad. En nuestros pueblos perviven el euskera y las ganas de vivir en euskera, y cada vez son más las personas que superan las dificultades y apuestan por nuestra lengua... Frente a la absurda e injusta división de nuestros pueblos, para dar pasos en camino  de la oficialidad, para terminar con la zonificación y para garantizar el derecho de estudiar en euskara en todo Nafarroa, ¡queremos coser el pueblo del Euskara!"

EUSKARA, DANONA ‘Euskera, de todos’ indicaba un folleto del Gobierno de Nafarroa de 1.990. Horrela izan behar da, eta horrela egin dezagun, gaur, bihar, etzi... Horretarako “esan iZAN GOZAn!”.

Bilatu