Jose Antonio Gonzalez Garcia «Nebera»

Sr. García Ferreras, Don Antonio

Contar las cosas como son, como han pasado, no debería ser un ejercicio difícil para quien ha contado con tantos medios, "La Sexta" los ha utilizado. Don Antonio usted no la ha sido neutral y la calle se lo ha recordado una y otra vez en Catalunya.

Como periodista y como presentador me imagino que estará hasta la coronilla del monotema, Catalunya para entendernos. Yo también.

Hasta ahora podía entender que el tema vasco, léase terrorismo, le superaba y lo hacía con creces. Su imparcialidad era mucho menos que el valor en la mili, no dejaba ni tan siquiera que se le presumiese, era sonrojante. También le entiendo.

La corrupción del Partido Popular era su filón inagotable durante horas y horas, lo cierto es que la corrupción en si es inagotable y daba audiencia. Mucha audiencia según parece porque aunque la tenga aparcada continua.

"La Sexta", cadena de la que Vd. es director desde abril del 2006, antes fue director de comunicación del Real Madrid de la mano de Florentino Pérez, y presentador, sustituido ocasionalmente por Cristina Pardo, la autora del libro "Los años que vivimos PPeligrosamente", del programa "Al rojo vivo" se nutre de estos filones estirados hasta el esperpento y peligrosamente manipulados.

Invitar a Francisco Marhuenda, Eduardo Inda, Manuel Cobo, Javier Sardá, Manuel Rico, Jesús Maraña, Javier Aroca… Para tratar de exponer su opinión en un galimatías neutro en el que todos hablan a la vez y ninguno dice nada políticamente incorrecto porque para eso está don Antonio García Ferreras, usted para entendernos, no como presentador y coordinador del programa sino como auténtica vedette del mismo. Para sentar cátedra. 
Yo que no sé de periodismo casi nada, el leer la prensa todos los días no enseña mucho, siempre he pensado que el periodista no tiene que ser nunca el centro de la entrevista, del programa en su caso, y que nunca debe cortar, ni coartar, la opinión del entrevistado o tertuliano.

Pero bueno no soy quien le paga el sueldo y quien seguramente le marca el ritmo.

Vd. como buen leonés, de León se entiende, tiene derecho a defender su nación, incluso creerla una y grande. No voy a ser yo quien limite los derechos de cada cual, ni las preferencias. Como buen español, que seguro lo es, entiendo defienda su unidad, sacrosanta en la Constitución del 78 que Vd. no voto pero puede hacer suya en la totalidad de sus artículos, incluido el 155 y su manipulación, como si la hubiese votado. No sé si es justo pero si legal según parece.

Como director del programa puede invitar a quien le dé la gana y sacar los temas que crea mas oportunos, seguramente los mas políticamente correctos. Como director y coordinador puede dar la palabra y el tiempo a quien quiera, otra cosa es callar al resto. Como director puede y lo hace, lo de cortar y callar comentarios y opiniones que no le gustan.

Y dicho esto volvamos a Catalunya y su vergonzosa participación, entienda como periodista y presentador, en un momento donde se echa de menos a verdaderos profesionales. Contar las cosas como son, como han pasado, no debería ser un ejercicio difícil para quien ha contado con tantos medios, "La Sexta" los ha utilizado. Don Antonio usted no la ha sido neutral y la calle se lo ha recordado una y otra vez en Catalunya.

Piense cuantas horas de micrófono han dado a Xabier García Albiol, del PP de Catalunya, a Miquel Iceta, del PSC de Catalunya, o Inés Arrimadas, del C's de Catalunya, y el número de votos o catalanes que representan. Compare con el resto.

El referéndum, la independencia, la república y el articulo 155 le han dado cuotas de audición impensables, también le han dado horas y horas de emisión. Tantas que incluso nos ha llegado a aburrir y de qué manera. Ya sé que tengo la posibilidad de cambiar de canal o apagar la tele y eso todavía es libre, lo sé y lo he ejercitado por cierto.

Pero estas líneas no van de la parrilla de programación de la televisión, o de "La Sexta" en particular, va de esa fidelidad que algunos periodistas, usted entre ellos, muestran y les hace perder la razón y la profesionalidad cuando de la unidad de la patria se trata.

El derecho de los catalanes y catalanas, de dos millones de ellos al menos y a pesar de la brutalidad del estado por impedirlo, a decidir su futuro es lo que no parece haber entendido. Todo lo demás, tantas y tantas horas de audición, sobra. Usted Sr. García Ferreras entre ellos.
Catalunya será lo que los catalanes y catalanas quieran. Me gustaría decirle algún día que ese día ha llegado, hasta entonces pues.

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