Peio Aramaio Etxaburu
Expreso

Tambores lejanos

Aún es muy habitual entre abertzales la expresión 'pedimos la independencia'. Se entiende, pero la semántica no es la correcta. No estamos ante esos pasajes evangélicos de 'pedid y se os dará'. En política, y en cuanto a las reivindicaciones populares  se refiere, nadie da nada, se conquista.

Se habla mucho del derecho a decidir, no es el término que me guste, pero dejémoslo ahí, aunque ello me llevaría a la siguiente pregunta: ¿decidir qué?  Existe otra expresión y el lehendakari Sr. Urkullu la suele utilizar, eso de derechos históricos. Esto me lleva también a mi modesta reflexión y pregunta: ¿a qué parte de la historia de Euskal Herria se refiere? ¿Cuándo se perdieron esos derechos? Y otra reflexión… Si nos remitimos a la historia de este pueblo, el derecho que nos asiste es el derecho a la independencia.

Tenemos que tener presente que Euskal Herria fue conquistada con crímenes, masacres y exterminios. La independencia robada la tenemos que reconquistar y es el único camino válido para que este pueblo y el euskara puedan sobrevivir. Los caminos intermedios no sirven como pretende el PNV. Ello supondría seguir mendigando por Madrid aceptando el sometimiento español. Para poder contentar a los suyos, ahora se embarcan en una nueva expresión hasta ahora desconocida, como la de nación foral. Dice Arnaldo Otegi: 'Si nuestras estrategias de liberación pasan necesariamente por acuerdos con el Estado, no habrá acuerdos ni liberación'. Y mi ponderación me lleva a decir que la desobediencia es el camino.

La conquista de liberación nacional sólo podrá ser conseguida por mujeres y hombres libres. Esto requiere que algo se ponga en riesgo y vivir con ese puntito de tensión. Cuanto mas libres seamos como personas, más fuertes seremos. Miremos a nuestro alrededor y observaremos que las elites de este pueblo serán las primeras en dar la espalda a las pretensiones  soberanistas; luego están los funcionarios, los que viven cómodos,  los que buscan honores y grandes carreras, los vinculados a los poderes económicos y financieros, los que están muy arraigados a sus partidos políticos con ambiciones de poder, etc.

Perfectamente se podría iniciar el proceso para un estado vasco independiente  por una vía como la catalana. Este se gestó con la constitución, en 2012,  de la Asamblea Nacional Catalana para alcanzar la independencia política y el mandato popular surgido de este movimiento lo asumió la Generalitat. Actualmente, el parlamento de Gasteiz cuenta con una mayoría absoluta abertzale con 38 escaños (27 PNV y 21 EH Bildu) y con 27 escaños restantes (PSE, PP, UPyD). Podría ser una oportunidad histórica y de legitimidad democrática, consultar a los ciudadanos de esta Comunidad Autónoma sobre el modelo de país que desearían.

Un ministro español creó la expresión 'cuatro y un tambor'. Éramos muchos los que nos movíamos en todo tipo de reivindicaciones políticas, culturales, sociales, presos… Si hacemos una comparación retrospectiva en tiempo, da la impresión de que el reloj se hubiera detenido y que la comodidad, la apatía o la pasividad se hubieran instalado en nosotros, como si aquellos tambores se hubieran callado. Aquellos tambores lejanos del pasado hacían que estuviéramos más unidos, ilusionados, esperanzados y con alegría revolucionaria.

Si el futuro de este pueblo lo dejamos solo en manos de nuestros representantes  políticos institucionales, esto se acabó. La estrategia de la dinámica popular no puede ser nunca sustituida por la institucional; en cambio, eso parece, en todo caso deben ser complementarias. También da la sensación de haber abrazado el sistema, y esta metamorfosis que estamos viviendo puede ser producto de que hayamos sido engullidos por la ley del embudo  español. Se dice que con la edad las personas se vuelven raras, puede ser que este servidor, enfermo y anciano esté también afectado. No obstante, sigo existiendo, por tanto pensando, y mi reflexión me lleva a la conclusión de decir que esto no funciona, y esta opinión es amplia. Además, así hablaron también los resultados de la última cita electoral.

Participando en algún acto político puntual, o con acudir a una manifestación al año en favor de los presos y presas no podemos quedarnos satisfechos de haber cumplido. La máxima prioridad para un abertzale de izquierdas debe ser que los presos y presas y exiliados y exiliadas vascos vuelvan a sus casas. Es nuestra gran deuda y no los podemos abandonar. En mi fuero interno  apelo siempre a las doctrinas, y  a pesar de las expresiones reiterativas procedentes  de los tentáculos del Estado Español como, Estado de Derecho,  Constitución, Democracia, Justicia... quiero seguir manteniendo mi decoro verbal para evitar llamarles hipócritas y sinvergüenzas. Por ello, solicito y creo que es de justicia que se les aplique también la doctrina Galindo/Gal a los prisioneros vascos y sin condiciones, y no  la 'justicia' de la venganza.

   Que vuelvan los tambores lejanos como en el pasado. Que suenen alto y claro, pero juntos, y evitemos ser como medusas a la deriva. Cada cual que lo interprete a su manera.

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