Julia Monge Sarabia

Termina julio y hoy sangra la luna azul

Termina Julio y hoy sangra la luna azul. En un mismo Telediario se suceden 4 asesinadas, entre ellas, dos niñas. Les ha tocado, en las noticias, a unos 25 segundos por cabeza. Los guionistas no han tenido tiempo de más. Pero bueno, parece que hay una razón de peso, hay algo más importante: la alerta por fuertes lluvias, alertas naranjas, protocolos de emergencia, búsqueda de responsabilidades, motivos de las inundaciones... todo un baile de datos y comparaciones con otros datos... Fugazmente, unas noticias de seguido, que no entrelazadas, pues se habla de violencia de género en el caso de la mujer degollada por su, hasta hace una semana, compañero, pero las niñas muertas a manos de su padre para vengarse de la madre y la mujer asesinada por su hijo entran en otra definición que niega la misma procedencia –la violencia heteropatriarcal-. Y seguimos con los campings inundados y los festivales pasados por agua. Lo importante no es urgente y se difumina como una inevitabilidad que parece formar parte de un mantra y un guión estudiado y repetido hasta el vómito: mujeres asesinadas por su expareja al poco de dejar la relación, niñas asesinadas por su padre para castigar a la madre, hombres que matan a su madre... Y más, más, más... Un desesperante recuento que sigue y sigue. Sin embargo, nadie ve la necesidad de medidas, de alertas de colores, de planes de emergencia, de líneas de actuación que conduzcan a parar este goteo feminicida. Un vergonzoso Gobierno que necesita todas sus energías para subir un exiguo 25% para las personas jubiladas, se habrán quedado exhaustos, tampoco les da para más. Las 55 mujeres (aunque dentro de la denominación de violencia de género no las contemplen a todas) que han encontrado la muerte a manos de los hijos de un sistema patriarcal no necesitan más que un minuto, o menos, en nuestras vidas. ¡Qué se le va a hacer! Nada se relaciona con nada. Cuando el agua se desboca y anega calles, barrios y dependencias, la ciudadanía busca responsables y reivindica ir al origen de la causa: cauces mal trazados, alcantarillas sin limpiar…, pero si en un año se suceden miles de agresiones, miles de denuncias, millones de actitudes en contra de la igualdad, la impunidad es la cobertura para quien lo pone en duda, la impunidad acoge a los políticos machistas que dicen digo donde dijeron diego (después de arremeter contra la dignidad y el derecho de las mujeres), la impunidad permite la nauseabunda lacra que arrastra una sociedad que invisibiliza el acoso, la precariedad y la desigualdad. Y punto. Causa/efecto es una entelequia. Ni planes, ni reflexiones, ni medidas urgentes… ¿Para qué? Vamos a seguir indagando cómo se visten las mujeres, cómo se mueven, cómo bailan, ligan, reclaman ser libres, si denuncian a su agresor, si no lo denuncian… vamos a seguir explicándoles a las niñas por dónde tienen que volver a casa, vamos a seguir igual porque a los niños no les hacen falta explicaciones, no hace falta educarlos, ni a ellos ni a sus padres porque ellos nacen sabidos y, por si no fuera así, en cuanto asomen la cabeza tendrán un paraíso donde podrán aprender que ellos son los dueños, y quien se resista a este mandato ya sabe lo que hay. La segunda luna en un mismo mes se denomina azul por ser un raro evento cósmico. La sucesión de asesinatos de mujeres se llama rabia y necesita LUCHA porque es asquerosamente común.

Nota.- Reivindicación de la Marcha Mundial de las Mujeres: Luchamos y seguiremos luchando por Cuerpos y Territorios Libres de Violencias transistémicas. Nuestros cuerpos son nuestros territorios y reivindicamos la soberanía y autonomía sobre ellos. Somos dueñas de nuestros cuerpos, así que reivindicamos cuerpos empoderados. Estaremos en marcha hasta que todas seamos libres.

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