Ana Konpañon y Santi Angulo
Orereta

Un año separando el residuo orgánico

Hace un año, dentro de la iniciativa impulsada por la Diputación y el Ayuntamiento, empezamos a compostar residuos orgánicos en una compostadora que pusieron unos amigos al lado de su casa. En una vivienda donde vivimos dos personas adultas y una perrita el resultado ha sido este: hemos recogido aproximadamente unos cinco kilos de residuo orgánico por medio kilo de basura inogánica a la semana.

Por lo tanto, si tenemos en cuenta los papeles, cartones, vidrios y plásticos, el residuo denominado rechazo que no se puede usar ha sido muy pequeño. Además, el separar el orgánico no nos ha creado ningún problema, ya que si no se tapa el cubo, el orgánico no genera malos olores.

Si miramos unos treinta años atrás, recordaremos que nuestra basura la dejabamos en la calle, cerca de nuestra casa. Después, se pusieron unos grandes contenedores y aprendimos a no dejar la basura cerca de casa. Luego, se pusieron los contenedores para papel-cartón, vidrio y plástico, sin preguntar nada a los ciudadanos, era necesario, así lo pedía Europa y punto.

Ahora, Europa ordena que hay que recoger por separado todo residuo que se pueda reciclar (también orgánico) y a partir de 2020 no construir incineradoras. Parece ser que Denis Itxaso (PSOE) y Markel Olano (PNV) no se han enterado de esto; o lo que es peor, miran a otro lado, porque ellos tienen intención de construir una planta incineradora, en beneficio de sus amigos constructores. Estos partidos han dicho que preguntarán a la gente para quitar el sistema puerta a puerta. ¿Hasta dónde llega el sentido democrático del PSOE y del PNV? ¿Preguntarán a los ciudadanos si quieren que se construya en su pueblo una incineradora o un vertedero que recoga los residuos tóxicos por ella generados? No, esto no se lo preguntarán, su democracia no llega tan lejos.

En la política de residuos hay dos agentes a tener en cuenta: el trabajo a desarrollar por las instituciones y el de cada persona. Tenemos claro que el problema de la basura no es solo de los ciudadanos. A las instituciones les corresponde buscar el mejor modo de tratar el máximo de residuos y cuidar del medio ambiente, poner los medios para ello (incluidos cursillos de buen reciclaje) e impulsar campañas de concienciación sobre este problema. Pero a nosotros también nos corresponde, al fin y al cabo, voluntaria o involuntariamente, nosotros también generamos residuos y los tenemos que sacar de casa. Si solo pensamos en nuestra comodidad, lo mejor sería meter todo en una bolsa y dejarlo en el portal de al lado, como hacíamos antes. Desde luego, nosotros no creemos que ésta sea la mejor solución, sino aquella con la que podemos mejorar la calidad de vida de nuestro entorno.

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