En este Primero de Mayo, día de reivindicaciones sociales y laborales de la clase trabajadora, es necesario  recordar no solo que el derecho al trabajo es un derecho humano básico, sino  la importancia de un entorno de trabajo saludable como parte de una vida saludable. La estrategia vasca de Seguridad y Salud en el trabajo 2015-2020 que ha elaborado el Gobierno Vasco quiere poner el acento en esta premisa. Porque la prevención laboral es una responsabilidad compartida.  Nos concierne a todos y a todas, empresarios, trabajadores y Administración Pública. Es también un elemento de mejora competitiva y excelencia empresarial. Es una inversión rentable y no un coste. Osalan, que es el organismo  de la Administración encargado de velar por esa seguridad y salud laborales, está impulsando una nueva estrategia, con la implicación de todos los sectores y agentes sociales, en favor de ambos objetivos: conseguir que el trabajo sea ejecutado de forma segura y que su desempeño forme parte de una vida saludable. Cualquiera que sea la condición laboral del trabajador o la trabajadora, el sector en que trabaje o la duración de su contrato, esta meta es irrenunciable. Las cifras interanuales a marzo de 2015 nos dicen que en los últimos doce meses si bien el número de accidentes de trabajo ha aumentado un 3,1%, ello se explica por el aumento en un 16,1% de los accidentes leves en itínere. Los datos, en este siglo XXI, señalan una tendencia general positiva.  Para  conseguir que dicha tendencia se acelere es necesaria la integración de los valores preventivos en toda la sociedad. Ello redundará, además, en un trabajo de calidad para todas y todos.