Iulen Lizaso

¡Aire!

Si por fin decide entrar en Gipuzkoa, se topará con un muro pirenaico a derechas y un cantábrico embravecido a izquierdas, en una de las esquinas dentro del cuadrilátero nacional.
Territorio comanche donde los haya: el tren de alta velocidad parado y cuestionado por los de un flanco, fiscalidad y servicios sociales balanceados por los del otro, las basuras disputadas por ambos. Un guateque político en el que hasta hoy, el uno siempre baila al suelto y los demás al “agarrrao”. ¿Con quien le tocará bailar a Podemos si entra en liza?; con nadie, pero le toca elegir la modalidad de baile para los próximos cuatro años.
Pablo Iglesias en vano ha intentado pedir al cielo: “haz que pase de mi este cáliz”... también a Roberto Uriarte, tratando de poner en valor el “Documento Podemos” aprobado en su Asamblea Fundacional celebrada en Vistalegre, en el punto en que el Consejo Estatal se reserva en último término (aunque sea remota la posibilidad…ahí queda) para vetar a Consejos Regionales que contravengan el interés del partido. Un claro intento de sacrificar un interés político regional cualitativo por uno cuantitativo nacional… a pesar de que nos dejarán en manos de la casta vasca.
Hoy mas que nunca se hace obligado crear un espacio político respirable en Gipuzkoa, y ese triángulo solo lo puede cerrar Podemos, sin temor de ser atraído por ninguno de los dos… a pesar de coincidencias programáticas de base social con agrupaciones de izquierdas que como decía Etxenike confluirán con ellas solo en base a programa, programa, programa… y es lo que entendió Asier Harraiz cuando con toda sinceridad declaraba: ese día será un adversario electoral, pero puede que pasada esa cita se convierta en un compañero de viaje en la creación de mayorías… ¿porque se resisten tanto algunos miembros de Ahal Dugu a “rendirse” ante la evidencia?
Como bien decía esta semana un veterano analista político vasco: Podemos diseña una estrategia de ´no alineamiento´ en Euskadi para proteger su imagen como alternativa en España. Si, pero Gipuzkoa es diferente y como bien concluye el analista político: el tiempo juega en su contra… y en este endiablado rompecabezas va a tener que mojarse… sin dejarse atenazar por los polos.
Ante cualquier opción que elija, tendrá veredicto ante su electorado del resto del Estado, y en más de un lugar también sentencia, pues cualquiera de ellas influirá para que, ayuntamientos y diputación sigan gobernados por Bildu (casta para algunos de Podemos) o por PNV solo y/o con la suma de votos de PSE y PP (casta declarada por ellos).
Como sentencia el analista: Incluso una pretendida neutralidad tendrá consecuencias, -incluso absteniéndose de participar diría yo- que a la larga hará que surjan las contradicciones… que en un ámbito cercano ya se perciben.

 

 

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