Javier Orcajada Del Castillo

Carta abierta a A. Colau y M. Carmena

La más calurosa enhorabuena por el triunfo logrado en las recientes elecciones. Nada menos que seréis las alcaldesas de Barcelona y Madrid, pugnando con fuerzas que parecían inamovibles. Vuestro éxito es el nuestro, el de los que no tenemos voz y estábamos conteniendo el aliento para ver si el sueño se convertía en realidad. No nos falléis, por lo que más queráis, que sois ahora nuestros preciados iconos y esperamos que marquéis una línea de un antes y un después. No es retórica: estamos acostumbrados a promesas que se diluyen cuando llega la realidad, primando los intereses y compromisos con los poderosos. Hemos experimentado tantas veces la decepción, que nos queda una sombra de escepticismo que nos nubla la utopía. No podemos olvidar cuando Zapatero gritó desde el balcón de Ferraz: «¡No os fallaré, confiad en mí!». Salimos del avispero de Irak, pero para compensar llevaron la guerra a Pakistán. No es comparable la situación: vosotras venís del pueblo y os acredita una trayectoria plena de acciones en defensa de la ciudadanía y en contra del stablishment. No lo vais a tener fácil: los del bipartidismo os van a segar la hierba y os sacarán cantares. No os confiéis, pues en el voto masivo que os han avalado, hay mucho que es inestable y se mueve según estados de ánimo y fácil de manipular. Por eso, apoyaros en la ciudadanía y vosotras a ella para que seáis una referencia que nos motive. El pueblo bien dirigido irá tomando conciencia de su fuerza y vosotras seréis el acicate que lo mantenga activo en defensa de la democracia y de los derechos sociales que sin compasión han recortado los que hasta ahora se han turnado en el poder por medio del bipartidismo corrupto y sin conciencia, apoyado y fomentado por unas instituciones al servicio de banqueros, jueces, militares, iglesia y otros poderes fácticos que han frenado cualquier intento de convertir esta sociedad en una democracia real al servicio del pueblo. Que cambiéis las formas de gobernar en vuestra condición de mujeres y que seáis el germen para que otras muchas se incorporen a la lucha, para que, junto con los hombres progresistas, formemos un pueblo unido, sin el vergonzoso machismo causante del retraso social de nuestro sociedad.

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