Ibon Usandizaga Elicegui

Dos horas de deberes

El de la existencia y el volumen de los deberes que se les «encarga» hacer a los estudiantes de Educación Primaria no es un tema pacífico en la Comunidad Educativa.

El célebre pedagogo italiano Francesco Tonucci sostiene que los deberes son «una equivocación pedagógica y un abuso». Según él, si un niño o niña no juega, no se desarrolla, no crece y no aprende y la Escuela debería estar especialmente interesada en que los niños y niñas dispongan de tiempo para jugar.

Otra corriente mantiene que los deberes son necesarios y han de ser suficientes para que desde temprana edad los seres humanos tengan conciencia de que, además de pasarlo bien, existen una serie de obligaciones ante las que se debe responder.

Mi experiencia con niños y niñas de Educación Primaria es de dos horas de deberes casi diariamente, tras una jornada escolar obligatoria de siete horas.

No olvidemos que los niños y niñas serán los ciudadanos del futuro y que también son habitantes del presente que tienen mucho que aportar a la sociedad en la que vivimos y no les robemos en exceso el tiempo de que podrían disponer para desarrollar su creatividad. Dos horas de deberes diarios quizá sea un exceso.

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