Alesander Elosegi Mendizabal

El caso Rosa Zarra

Parece que últimamente se empieza a aceptar la evidencia de que Iñigo Cabacas fue víctima de un pelotazo de la Ertrantza.

Creo que es el momento de recordar otro caso parecido, el de Rosa Zarra; ella también fue víctima de un pelotazo de la Ertzaintza, falleciendo a los pocos días.

Se trataba de una paciente trasplantada renal, paciente que estaba a cargo del servicio de nefrología, en el cual yo trabajaba; el juez, en su tiempo, dictaminó que no había relación causa-efecto clara, pero es evidente que la paciente falleció por una peritonitis provocada por el impacto de una pelota de goma. La cronología de los hechos es la típica en estos casos; se trataba de una paciente que había llevado muchos años en hemodiálisis y que, por lo tanto, presenta una patología vascular importante; en esta situación, el impacto de la pelota puede producir fácilmente una embolia en una de las arterias que riegan el intestino delgado (o, menos probablemente, una rotura directa de un asa intestinal), lo cual produce una peritonitis casi siempre fatal.

En su tiempo, hubo un silencio cómplice por parte del cuerpo médico que atendía a la paciente así como de la dirección del hospital (por pura cobardía en todos los casos), a pesar de que, en privado, todo el mundo daba por evidente que la paciente había fallecido directamente como consecuencia del pelotazo.

Hay una familia a quien hay que reconocer el daño causado y es necesario que el estamento médico, la judicatura, la misma Ertzaintza y el Gobierno Vasco reconozcan lo que realmente ocurrió.

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