Isidoro Berdié Bueno

El método socrático

El escritor –cuyos libros están catalogados en la Båritish Library–, jurista y parlamentario Patxi Zabaleta, remontándose a la Alta Edad Media Española, escribía en el diario independiente EGIN, a principios de los 90 «et domuit vascones» ( y sojuzgó a los vascones). Con esta frase terminaba la crónica de cada uno de los reyes godos.El problema ha llegado hasta nuestros días y nadie lo ha resuelto, por lo que continúa coleando para nuestra vergüenza. Este personaje, filósofo, humanista y hombre de Letras, se pregunta y muchos nos preguntamos, porque la filosofía es principalmente preguntas, por qué tanto unos como otros solo hemos aplicado al problema hierro, sangre y fuego, y como decía el diario republicano de Zaragoza de 1873, «en luchas tales, los vencidos son traidores, los vencedores leales»”, y así seguimos estirando el chicle.

Son tres guerras civiles carlistas en el siglo XIX, y tras la Primera Guerra Civil (1883-40) marcharon al exilio 40 Batallones, 6,000 Jefes y oficiales carlistas a preparar la revancha. Maroto no había quedado en muy buen lugar.

Hoy, han enmudecido las armas en el País Vasco, aquende y allende los Pirineos, es una gran victoria global, todos, pero de modo especial de Patxi Zabaleta, quien ha sentido como nadie la amarga soledad del corredor de fondo (A. Sillitoe), mas, como decían los latinos, Finis coronat opus”: el fin corona la obra, germinan las flores; la tribuna desplaza a la bomba; el Ateneo, al zulo; la tinta, a la sangre y la máquina de escribir, a la metralleta, ¿qué más quieren algunos para sacar los presos a la calle?

La izquierda abertzale no quiere ni busca conmiseración ni paternalismos, quieren que cesen las hostilidades hacia ellos y quieren paz porque saben que el demócrata es fuerte en la paz, y el totalitario para ser fuerte necesita la violencia. Y quieren la paz para seguir trabajando en su proyecto político, en el cual echan de menos la presencia, los brazos y masa gris del cerebro de esos que en vez de estar de rehenes, establecida una paz solida, tangible e irreversible, deberían estar incardinados en la sociedad vasca, llenando fabricas, oficinas, sindicatos y otros colectivos, creando más riqueza y una mas armoniosa convivencia social.

La nueva Sortu, resultante de modélico debate de autocrítica, ha hecho uso y asumido el método de los diálogos socráticos, que parten de un originario disenso y acaban en consenso, es decir, partiendo de una pluralidad de opiniones llegar a la unidad de criterio. El diario independiente GARA ha sido testigo y así lo han dado a conocer sus rotativas.

En su faceta cosmopolita, la nueva Sortu contempla, opina y debate la situación mundial, y sus historiadores ven que la historia de la humanidad es un reguero de sangre, desde la lucha en el Cielo entre Lucifer (el que porta la luz) y S. Miguel arcángel, hoy la paz es aún muy débil, y cual espada de Damocles pende de un finísimo hilo. El panorama internacional nos estremece: la flota rusa se despliega amenazante en el norte, la OTAN lo hace en Ucrania, el Estado Islámico deja a sus espaldas ruinas y tierra quemada. De volver a las andadas ya nada sería igual, pues como dice Heráclito: nunca se pasa el mismo río dos veces. Necesitamos de modo acuciante la paz y con ella la cultura, con sus valores, ideas y creencias, que deberán ser utilizadas para mejorar la vida, dignidad y respeto de la especie humana en su conjunto, y empatía con el ser humano. El mayor enemigo de la humanidad es el totalitarismo, que pretende reducir la diversidad a la unidad mediante la castración de la sociedad. La Humanidad será más feliz cuanto mas variada sea y cuanto mas se respeten las diferencias. Al otro lado, el pensamiento científico se convierte en ilusión y la idea de una humanidad mejor en un desastroso absurdo.

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