Jun Mari Feliu Dord I Concejal de Medio Ambiente y Urbanismo de Uharte por EH Bildu

El monte Ezkaba en busca de su futuro

Fue hace treinta años cuando llegaron las transferencias del Gobierno Central se iniciaron los primeros pasos para convertir el Monte Ezkaba-San Cristóbal en un parque lúdico deportivo protegido. Fue en 1986, cuando a sugerencia del departamento de Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, la Federación Navarra de Montaña apoyó la iniciativa al mismo tiempo que a algunas entidades locales del entorno del conjunto de Ezkaba, Ezkaba Txiki y Ohiana-Miravalles, desde los valles de Juslapeña y Ezkabarte hasta Uharte. Desde entonces las contadas actuaciones han sido meros parcheos y además sin afán de mantenimiento por parte del Gobierno Foral. 

El primer grupo redactor del primer proyecto, finalizó su estudio para Noviembre de 1986 que contemplaba las actuaciones de forma parcial, con la idea de crear un sendero periférico y la de recuperar las instalaciones del histórico fuerte en un «museo militar o centro de reuniones y congresos», planteamiento que se ha ido transformando hasta nuestros días. Pero como tantos proyectos este se fue dilatando hasta la entrega del ministerio de Defensa de estas instalaciones, que fue una fortaleza de las más avanzadas de la época y prisión durante la guerra civil. Esta entonces prisión, en 1938 protagonizó la célebre fuga de 795 prisioneros, con 221 abatidos por los montes, llegando sólo tres a Francia. En 1994 la sociedad Anaitasuna inició una anual marcha multitudinaria para reivindicar la conservación y regulación del monte, ante el uso inadecuado y abandono. En 1987 el ejército abandonaba el fuerte y el polvorín y en 1991 retiró los últimos retenes de vigilancia.

En 1998 se conceden 27 millones de pesetas para para la recuperación del robledal y limpia del matorral y 24 millones de pesetas para restaurar las canteras. Se realizan otras actuaciones como las pasarelas sobre la Ronda Norte para acercar el monte al público, se señalizan senderos y se publican folletos pero sin un plan integral de uso y gestión, donde se puedan realizar actividades reguladas lúdico deportivas, de forma pedestre, a caballo o bicicleta. En 1998 un estudio de Medio Ambiente justifica esta regulación ante la visita anual de 62.500 visitantes con una potencialidad valorada para los siguientes años que podría alcanzar 380.470 visitas.

En los últimos años no han faltado iniciativas para la recuperación de este pulmón de la capital navarra y su periferia, en la actualidad con vocación de convertirse en el segundo parque de mayor interés de la Comarca, tras el parque fluvial del Arga que gestiona la MCP. Coincide la anual marcha del Anaitasuna y la reciente campaña de Sos Ezkaba de limpieza del monte y otros en auzolan, con el deseo ya avanzado en los programas electorales de EH Bildu de impulsar estos objetivos. Es además posible ahora, por la configuración política que presenta el conjunto de los municipios del entorno Ezkaba. Con este motivo, tendrá lugar en el ayuntamiento de Berriozar, un primer encuentro de concejales de Medio Ambiente y Urbanismo y otras entidades que espero sea fructífero y se logre –ahora sí–, un proyecto integral, consensuado y eficaz de uso y gestión del Monte Ezkaba.

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