Gema Gallego Gomez

Escuela pública Zurbaran de Bilbo

Debido a deficiencias en el edificio de infantil del CEP Zurbaran, este permanece cerrado desde finales del curso pasado. Supuestamente, tal y como nos comunicaron las autoridades municipales competentes, las obras de reparación se prolongarían hasta diciembre, pero por precaución se organizaría el curso escolar de manera que los niños y niñas no tuvieran que estar moviéndose a mitad del mismo. De esta manera, nuestras hijas e hijos han sido distribuidos entre el edificio de primaria del CEP Zurbaran y el CEP Uribarri. Con paciencia y esfuerzo, ambos centros se han adaptado, aún a costa de pérdida de espacios (como la sala de ordenadores, la de música, la sala de reuniones, reducción de espacio para gimnasio), traslado de la biblioteca a un lugar inadecuado y desplazamientos a la intemperie de los escolares para acudir al comedor.

Pero resulta que parece que hay que ir olvidándose del edificio de infantil por muchísimo tiempo y se necesita una solución para esta situación. Las familias creemos que es el momento de apostar por una reagrupación de la comunidad escolar del CEP Zurbaran y dar una respuesta duradera. Hemos tenido mucha paciencia esperando noticias por parte de las administraciones que se han tomado esto de manera muy relajada. Finalmente, nos reunimos con los responsables de Gobierno Vasco y Ayuntamiento de Bilbao en diciembre y nos trasladaron su intención de buscar soluciones adecuadas en un plazo breve. Todo lo que no se había hecho en los meses previos, habría que hacerlo ahora deprisa y corriendo. Se suponía que la primera semana de enero íbamos a tener sobre la mesa las posibilidades por ellos estudiadas. Pero lo cierto es que estamos a finales de enero y las cosas siguen si estar claras… En unos días nuestra escuela debe hacer su jornada de puertas abiertas y en febrero se abre el plazo de matriculaciones y no sabemos qué se va a poder ofrecer, ni en espacios, ni en edificios, ni en ubicaciones; no sabemos si los niños y niñas de 3 y 4 años se van a seguir mojando; no sabemos qué será de nuestra sala de ordenadores, ni de música; no sabemos dónde se van a meter los niños y niñas de infantil el curso que viene; no sabemos si se plantean actuaciones concretas en el instituto o en primaria; no sabemos qué posibilidades reales hay.

Gobernar implica una responsabilidad e implica claridad; implica igualmente no hacer dejación de funciones. Pedimos al Ayuntamiento y al Gobierno Vasco que aclaren en los próximos días lo que pretenden exactamente y cuáles son los plazos reales. No entendemos que a nuestros dirigentes se les llene la boca con la escuela pública vasca y después ocurran hechos como estos (claro que quizás en parte influye el hecho de que la mayoría de nuestros representantes no llevan a sus hijos e hijas a la escuela pública). Nuestra paciencia se está agotando y si no obtenemos respuestas empezaremos con las protestas

Bilatu