El último programa de TVE Millennium hablando sobre los populismos enlaza con la nostalgia de cuando el mismo programa y Director se emitía por la Televisión Pública Catalana, la distancia de calidad es sideral. ¡Qué trabajo tan hermoso cualquier alumno de ciencias sociales podría realizar! Una contertulia con Doctorado por Oxford, que precisamente su discurso en el programa no prestigiaba a la Universidad inglesa, con unos aires de superioridad y con una postura corporal de aristócrata nostálgica de un pasado que no volverá, mucho más cercana su prédica al de una agitadora política que a una reflexión académica. Tuvo el atrevimiento de soltar nombres de políticos que no tienen nada que ver unos con otros para coserles la estrella de David virtual. Los populismos tan en boga ahora se conectan con las masas y las multitudes que a finales del siglo XIX causaban pavor a los académicos que para nada querían cambios sustanciales en la órbita de una burguesía que lo único que les interesaba eran los mercados nacionales con sus colonias correspondientes. La sombra de la Comuna de Paris aterrorizaba a la burguesía como ahora aterroriza a los grandes conglomerados trasnacionales, el mero hecho de disciplinar la mano invisible de Smith. Poner etiquetas para confundir al personal es muy sencillo, pero sus resultados ya no son lo que eran. Las masas no son una suma de individuos amorfa y sin criterio, las masas en el siglo XXI se transforman en la esencia de la dignidad.