Me dirijo a usted para felicitarle por su determinación en hacer posible que el pueblo catalán decida sobre su derecho a la independencia. Soy vasco y entre los que sentimos la negación al ejercicio de nuestros derechos fundamentales legitimos no son necesarias más explicaciones para fundamentar nuestra solidaridad.

Solo quiero decirle que en esas estructuras de estado que vayan a crear, una vez proclamada la independencia de Catalunya, tengan presente el que muchos ciudadanos de otros pueblos con o sin estado de Europa podamos pedir la pequeña nacionalidad catalana. Sabemos que la nacionalidad confiere derechos pero ya conocí en Belgica la institución de la "pequeña nacionalidad" que solo conferia algunos de los derechos. Es evidente que el pueblo catalan no ha de hacerse cargo de ningun derecho que no sea fruto de la residencia y las contribuciones fiscales correspondientes, y que el contenido de derechos y obligaciones de esta pequeña nacionalidad no debe compromenter sus presupuestos.

Esta sería una forma de que si los estados no osan o demoran reconocer su estado independiente, los ciudadanos de otros países (Euskadi, Flandes, Escocia, Irlanda, Sud Tirol etc..) que lo deseáramos sí pudieramos adquirir la doble nacionalidad solicitando la catalana, eso sí, acreditando tener algunos conocimientos de la historia de Catalunya y de su lengua. Yo ya me propongo empezar a aprender la lengua catalana.

Un saludo y visca Catalunya lliure