Esta corriendo por las redes sociales una noticia importante, dirigida a las personas mayores, la cual causa una gran indignación, ya que las administraciones estatal y autonómica, están cometiendo con estas personas, una mayúscula injusticia, dado que se nos está cobrando de  manera duplicada el IRPF.
    En el cobro de la pensión, debe ser excluido del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, por las razones siguientes:
    1.- No es un rendimiento de trabajo.
    2.- Las pensiones actuales se generaron durante la vida laboral, y que con el cobro de los correspondientes salarios, fueron sometidas ya al IRPF, es decir, ya tributaron.
    3.-Al ser sometidas en la actualidad al IRPF, están siendo gravadas nuevamente por el mismo impuesto, cayendo claramente en la figura de la “doble imposición”.
    4.-Por ello, se debe de corregir, haciendo que la pensión quede excluida del IRPF.
    5.- Las pensiones podrían tener cabida como rendimiento de capital mobiliario, con una fiscalidad mucho menor y que va disminuyendo progresivamente de manera notable con la edad del jubilado.
    6.- Tendría sentido esta figura, toda vez que el jubilado, fue acumulando ese capital a lo largo de su vida laboral y otra vez, pagando el correspondiente IRPF, para cobrar al final de ella la pensión.
    7.- La figura planteada en el apartado 5, está planteada en la propia Ley y de la cual se benefician las entidades financieras privadas, con el producto “Renta Vitalicia Inmediata”, aplicada a un capital del cliente, que en nuestro caso sería el capital acumulado por nosotros durante la vida laboral, para obtener eso, una renta vitalicia inmediata, asimilable al concepto de nuestra pensión.
     Conclusión, nuestras pensiones no son rendimiento del trabajo y ya fue sometida al impuesto del IRPF, durante nuestra vida laboral, por lo que es de justicia y necesario corregir esta clarísima injusticia.
    Es preciso que expertos en fiscalidad, partidos políticos, y Gobiernos dediquen sus esfuerzos, para solucionar esta clara injusticia, que en la actualidad se está cometiendo con las personas mayores, que después de en muchos casos más de 50 años de vida laboral, siguen cotizando al IRPF.