Hace ya 16 años que vivo en Los Angeles de California. A estas alturas debería haberme acostumbrado a cosas como la que voy a contar pero no es así. No me acostumbro. Kevin Cooper es un hombre negro pobre que está en el corredor de la muerte en California. El Estado de California ha estado a punto de matarlo un montón de veces. En el último minuto, después de toda la preparación para su asesinato por cuestiones ajenas se ha echado para atrás el asesinato.

Se le acusó de dar muerte a machetazos y con varias armas punzantes a toda una familia en 1985. Como a muchos negros sin recursos en EEUU se le hizo un juicio injusto. La acusación ocultó pruebas que lo exculpaban e inventaron y falsificaron otras. Un hijo de la familia que sobrevivió la masacre y estaba presente ha afirmado que fueron tres hombres blancos los culpables. A él lo dieron por muerto pero sobrevivió. ¡Más vale! A este testigo no se le escuchó. El caso es que ya han pasado 31 años y Kevin Cooper sigue en el corredor de la muerte esperando a que lo maten cuando le convenga al gobernador de California en un momento dado. Yo soy nacida en Iruñea y no me acostumbro a lo que veo aquí.

Su página web es www.savekevincooper.org. Que corra la voz.