Javier Orcajada Del Castillo

Objetividad de la Hacienda Pública

Es difícil no estar de acuerdo con el slogan “Hacienda somos todos”. Pero hay evidencia de lo contrario, por eso merece la pena una breve recopilación de algunos de sus “éxitos palmarios”. No se persona como perjudicada en la causa contra Elena de Borbón por varios delitos económicos. No colabora con el juez para que informe de los impuestos evadidos por el PP. Plantea una amnistía fiscal para facilitar a Rato blanquear fondos, lo que debería ser denunciado por la fiscalía. Sospechosa rapidez en detener a Rato cuando ya no tiene salvación. Manda a inspeccionar a Aduanas lo que es una anomalía que constituiría motivo para ser denunciado por los Inspectores de Hacienda que tienen esa misión encomendada. Y todo ello con el agravante de publicidad humillante para Rato que aÚn tiene el derecho a ser considerado inocente… A lo que hay que añadir el escarnio de ponerle la mano sobre la cabeza al introducirle en el coche para llevarlo a comisaría para “airear” que Hacienda no hace acepción de personas. Aunque, después de declara ante el juez, quedase libre y sin ninguna limitación, salvo la retirada del pasaporte. Seguramente Montoro habrá dado instrucciones para que “el mejor ministro de Hacienda de todos los tiempos”, según frase de Aznar, no destape el arsenal que tiene guardado estratégicamente Rato para “legítima defensa”. Se juega con la amnistía para ocultar lo que no conviene que se sepa. Aunque es odiosa, la amnistía es una facultad del ejecutivo yel texto legal que la promueve debe detallar con qué condiciones y limitaciones. A los que se les concede quedan exentos de toda responsabilidad, por tanto, por muchos delitos que haya cometido, una vez aprobada, ya no caben revisiones de Hacienda por presión de la opinión pública. Es decir, ahora las responsabilidades recaen sobre el órgano que las autorizó y tendrá que responder de las anomalías que se descubran. Montoro se ha cargado los ficticios éxitos de la recuperación económica que tanto alardea el Gobierno y hará perder al PP el poder en las próximas elecciones. Es el inconveniente de poner a un cómico incompetente como responsable de algo tan serio como son los caudales públicos.

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