Para un asunto de hace trece años tengo que bucear en Internet: que el vuelo 4230 de UM Airlines se estrelló en Turquía cerca del aeropuerto de Trebisonda 26 de mayo de 2003 con 75 personas a bordo. El pasaje lo formaban 62 militares españoles que regresaban a España tras cuatro meses y medio de misión en Afganistán y Kirguistán todos ellos fallecieron junto a doce tripulantes ucranianos y un ciudadano bielorruso. Después de la catástrofe del Yak-42, el que fuera entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, negó cualquier responsabilidad en el siniestro con un discurso altivo. El informe del Consejo de Estado, presidido  por el PP, dictaminaba por unanimidad que el Ministerio de Defensa que dirigía Trillo  si tuvo responsabilidad en el accidente aéreo. El avión no estaba en condiciones –sostiene este organismo–, Defensa lo sabía y no hizo nada por evitarlo.

Este informe debió de recibir el Gobierno en Octubre del 2016, 13 años después. Yo no sé la misión de este Consejo de Estado, pero en diligencia y eficiencia, cero.

Meses después del accidente, Trillo se dedicó a dirigirse a la prensa que todo había hecho perfectamente y el transporte normal y que convendría dejar de incordiar y jugar con el dolor ajeno. Conclusión mintió y ocultó lo ocurrido y así salvó su pellejo.

Parece ser que a la hora de identificar los cadáveres los forenses turcos que recogieron los 30 cadáveres estaba bien y 32 que recogieron los forenses españoles estaban mezclados y para quitarse un problema de en medio, metió los restos de soldados españoles casi por sorteo en los ataúdes sin identificar y durante meses las familias estuvieron velando a otras personas.

Rajoy hizo una cacicada premiar con una embajada relevante en Londres, y encima no hablaba inglés.

¿Creo recordar que fue nombrado, «héroe de la isla de Perejil»?

Saludos,