Patxi Nicolau y José Martínez | Delegados de ESK en Osakidetza

Privatización en Osakidetza

Desde los años 90, el consejero Azkuna (PNV), con la inestimable ayuda del Señor Bengoa (a la postre consejero de Sanidad con el PSE), diseñó un proyecto de privatización de la sanidad pública vasca inspirado en el modelo impuesto por Margaret Thatcher en la Gran Bretaña de los años 80, y que llevó a la ruina la sanidad de su país.

Este diseño está amparado en el Reino de España por la aprobación de la Ley 15/97, con los votos favorables de PP, PSOE, PNV, CIU y Coalición Canaria; sobre nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud y, que en su artículo único, dice,textualmente: «La prestación de los servicios sanitarios y sociosanitarios podrá llevarse a cabo, además de con medios propios, mediante acuerdos, convenios o contratos con personas o entidades públicas o privadas».

Esta Ley supuso el pistoletazo de salida, que en Osakidetza significó la proliferación de concesiones a empresas privadas para la realización de determinados servicios, entre ellos, la limpieza de nuestro Hospitales y Centros de Salud, o lavandería y cocina.

Pero no sólo se despilfarra dinero público a través de la subcontratación; un ejemplo claro es la existencia de la autoconcertación. Iniciadas en 1992, mediante esta fórmula, Osakidetza contrata a profesionales de plantilla, fundamentalmente personal médico, para trabajar fuera de su horario habitual y cobrar por ‘acto médico’ (se calcula que unos 300€ por cada uno), con la paradoja de realizar más actos fuera de su jornada y en menos tiempo, con el consiguiente aumento del riesgo de errores y accidentes.

O la derivación a Centros Privados, bien usando la excusa de listas de espera, bien por el cierre sistemático de camas en los Hospitales Públicos o por la firma de diferentes acuerdos (ejemplo de esto último es la situación del Instituto Oncológico de Donosti, financiado con 23 millones de euros por Osakidetza en 2014).

Pero Osakidetza ha dado un salto cualitativo muy importante, trasferiendo toda la asistencia sanitaria de una zona a una empresa privada, la Clínica La Asunción, en Tolosaldea, enfrentándose a toda una población que sigue luchando contra esta decisión.

Y ahora le toca a la margen derecha de Bizkaia. Ante la apertura del nuevo Hospital de Urduliz, Osakidetza no se ha dignado a especificar cómo va a ser gestionado, se remite a un Plan Funcional que data de 2009 y que sólo ha actualizado para definir las dotaciones asistenciales. Pero conocemos de sobra la práctica habitual de Osakidetza, ya que desde el 2012, e incumpliendo acuerdos de Mesa Sectorial, ha seguido con su política de privatización (limpieza de laboratorios del Hospital de Cruces, lavandería del Hospital Santiago) o con sus intenciones ante la apertura de nuevos Centros (CAR de Gernika o Call Center), intenciones que fueron paradas gracias a las luchas unitarias de la plantilla y de los sindicatos.

Ante esta situación, ESK, junto con el resto de sindicatos, hemos llevado a cabo una serie de movilizaciones desde octubre de 2015, que ha incluido la solicitud de una Proposición no de Ley para que Urduliz sea gestionado 100% por Osakidetza. Movilizaciones que tendrán su continuidad hasta conseguirlo, porque ESK sabemos que es la única forma de defender la Sanidad Pública y porque la lucha rinde sus frutos.

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