Javier Orcajada Del Castillo

Riesgos de pactar con corruptos

Según el planteamiento de Rajoy para conseguir la investidura y formar gobierno, exigiría a todos los partidos condiciones sin que él asuma riesgos ni compromisos más allá de concesiones difusas que deberían ser puestas en cuarentena por los partidos de la oposición. Para lograr la investidura su estrategia se limita a difundir un panorama de miedo y amenazas, acusándoles si no acceden a sus exigencias a ser considerados culpables de provocar la inestabilidad institucional e ir a nuevas elecciones. Se entiende mal que tengan que ser los partidos perdedores los que le solucionen el marrón al PP sin concesión ni renuncia alguna, argumentando que es el partido ganador. Sabe que es un argumento falaz, pero que a base de reiterarlo le ha dado carácter de verdad revelada aceptada por toda la ciudadanía. Pero conviene no dejarse embaucar para que no lleve a los otros partidos a las rocas y les convierta en culpables a todos del probable naufragio al que se ve abocado el PP si no encuentra quien le apoye. Todos los partidos deberían ser conscientes de los riesgos de pactar con un partido empantanado en la corrupción, imputado y pendiente de juicio ante los tribunales, como la mayoría de sus barones y cabecillas por delitos diversos. Que sepan que al pactar con el partido de la corrupción se convierten en cómplices, pudiendo quedar heridos de muerte para el futuro, enfangados en las aguas fétidas en las que chapotea el partido que se ha financiado con dinero negro y su presidente encubriendo a los gestores del partido que han malversado caudales públicos enviándoles mensajes de ánimo a la cárcel para que aguanten. Conviene que sean cautos, pues el PP es capaz de arrastrarles a pactar para salvarse dando al ventilador para que el estiércol impregne a todos y las responsabilidades se diluyan. Es cierto que todos los partidos tienen algún cadáver en el armario, pero que no se vendan por lograr tocar poder, pues los niveles de corrupción a los que ha llegado el PP, a pesar de que sus votantes aumentan sin cesar, es explosivo como pólvora y alcanzará a quien le haya apoyado para repetir en el gobierno. Si no contribuyen a derribarlo por patriotismo, que lo hagan para asegurar su supervivencia evitando complicidades. Que el PP busque sus apaños entre los de su ideología.

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