Angel Aldalur Plazaola

Si somos más, ¿por qué mandan otros?

Miro a mi alrededor y me encuentro con una gente magnífica que haciendo de tripas corazón y con un asombroso ejercicio de dignidad, supera las dificultades que por obra y gracia de no se sabe quién, les toca padecer. Miro y contemplo como una juventud sobradamente preparada arrima el hombro en ayuda de los más desfavorecidos, observo y veo largas colas de solidarios, abasteciendo con su aportación los almacenes del banco de alimentos, miro y siento mía la preocupación de un colectivo que agrupa a millones de personas, todas autónomas un su actividad, temblando ante las dificultades del día a día, sumo al de autónomos a otro preocupado colectivo (jubilados/as) que por si solo sería capaz de tumbar cualquier gobierno de cualquier color, !Y ahí está la pregunta que me encorajina! ¿Si los buenos, los decentes, los solidarios somos más, porque mandan los avarientos, los déspotas, los corruptos y los estómagos agradecidos? Quizá sea porque no somos conscientes de nuestra fuerza, o también que nuestra enraizada desconfianza no nos permite creer en que tiene que existir quien lidere un gran movimiento plural, que sea inmune a la terrible enfermedad que asola a nuestros dirigentes que no es otra que la metamorfosis que se produce en ellos cuando sucumben a los encantos de la buena vida y sus prebendas y donde dije digo, digo Diego, espero fervientemente que surja quien tome las riendas de este carro y a él se suban todos aquellos que aspiren a una vida de respeto e igualdad, donde lo bueno y lo malo compartido hagan el camino un poco más divertido. Sirva esta pequeña reflexión para poner en valor que son ellos los que están, pero nosotros quienes les ponemos. ¿Si somos más por qué no mandamos nosotros?

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