Se habla mucho del modelo de estado ahora que estamos en campaña y es legítimo hacer propuestas, pero también hay que tener los ojos abiertos y ver lo que está pasando.

La Ley de Claridad canadiense se gestó para acordar los principios que debían regir cuando alguna minoría deseara autodeterminarse, todo ello tras los resultados de un primer referéndum fallido de autodeterminación de Quebec pactado con el gobierno federal que no se consideró suficientemente claro en sus condiciones… y aun así tanto en Canadá como en Escocia los estados han hecho trampa contra los principios de la ley de claridad (ejemplo, la propuesta británica de aumentar la autonomía de Escocia justo en vísperas del referéndum incumplía claramente los principios de claridad)

Tanto Podemos como el PNV plantean sendos pactos con el estado basado en la bilateralidad (acuerdo entre las partes), el principio democrático (respetar la voluntad del pueblo) y el principio de legalidad (no infringir las leyes). Pregunto: ¿es por ingenuidad o se trata de una artimaña para frenar el impulso independentista?

El Estado Español está en las antípodas de este tipo de posibilidades y no hay más que ver el caso catalán: negación de cualquier tipo de vía que conduzca a la autodeterminación y no sólo eso, sino que además hay un cierto arrepentimiento sobre lo lejos que ha llegado el modelo autonómico en Euskadi, Navarra y Cataluña y una voluntad de laminarlo (“afeitarlo”) y re-centralizarlo y de adaptar las leyes y “su interpretación” según los intereses políticos de Madrid.

Al Sr. Urkullu no le gusta poner el «carro delante de los bueyes» pero en este caso es él mismo quien lo está haciendo ya que está apostando por un escenario que no existe. Sr Urkullu cuando España cambie (¿Otra España es posible?) entonces proponga su plan y deje de marear.

Por tanto, tanto el PNV como Podemos están hablando de una España que no existe y sus proyectos son teóricos y académicos y están condenados a ser rechazados y sus valedores ridiculizados y expuestos en la galería de tontos inútiles como Ibarretxe y Artur Mas. El PNV y Elkarrekin Podemos nos están vendiendo mercancía averiada. La única via que queda es la unilateralidad, la presión popular democrática y la resistencia civil a los zarpazos del Estado… ¡vamos, lo de siempre!