Maria Olga Santisteban Otegui - Zalla (Bizkaia)

...Y el mundo se paró

Hace ya algún tiempo y desde este mismo espacio de opinión, expresaba en una frase el cabreo e indignación general. «Que se pare el mundo que yo me bajo», reflexionaba entonces. Pues bien ese “mundo” ya se ha parado definitivamente (si nadie lo remedia) para una lista de personas tan larga e interminable que no tendría cabida suficiente ni en este ni en mil espacios como este. Para millones de parados (muchos sin ningún tipo de subsidio), para todos aquellos que tuvieron que emigrar (sin ninguna esperanza de retorno), para las familias sin recursos (malviviendo muchas veces), a los que engañaron los grandes capitales dejándoles en la ruina, a los desahuciados sin hogar, y a un largo etc. Y mientras para los que ese “mundo” no se para es para quienes nos dicen que la crisis se ha acabado (será para ellos), para los que pretenden “amordazar” incluso a los medios de comunicación y recortar libertades, a los que quieren esconder la pobreza sacando a los indigentes de la calle para que “no molesten a los turistas” (no sea que descubran la otra cara de la verdad), a los muchos que confundieron lo público con su “finca particular”, llegamos ya con todo ello a un punto de no retorno que ya agota. Se acercan momentos cruciales para todos, para que nadie más tenga que “apearse” de este mundo nuestro. En nuestra mano está que no haya más desigualdad ni recortes en todos los aspectos y si no aprendemos será únicamente responsabilidad nuestra. Se nos puede engañar por un tiempo, pero no todo el tiempo.

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