Aldekoa, otro bochornoso nombramiento del PNV

El PNV se está pasando de frenada. Se comporta como un «handiki» que muestra chulería y una tendencia a instaurar en la Administración Pública la cultura del chiringuito. Su legítima decisión de rescatar, como a los bancos, al PSE e intercambiarse espacios de poder le ha permitido asegurarse el rodillo aritmético para nombrar a su gente sin importarle los requisitos de la integridad y el decoro. Poner al que fue durante 12 años diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, el mismo que alardeaba en su despedida de haber visto fajos de billetes de 500 euros y tranquilizaba a quienes así actuaban, a presidir el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas ha sido una de las decisiones más vergonzantes e indignantes que se recuerdan. Pero el PNV, inmune a las críticas y al sentido común, sigue en sus trece, con la misma marcha y dirección, y persiste en el error.

El nombramiento por segunda vez de Jorge Aldekoa como jefe  de la Ertzaintza es otro más de lo mismo con agravantes mucho más hirientes. Que el «nagusi» que elaboró el dispositivo policial y se encontraba en persona en la zona donde sus subordinados mataron de un pelotazo al joven Iñigo Cabacas siga siendo el jefe de la Policía autonómica lo dice todo. Habla muy mal de la sensibilidad del PNV hacia ciertas familias de víctimas y hace ensordecedor el silencio del secretario general de Paz y Convivencia del Ejecutivo vasco, Jonan Fernández. Es echar sal en la herida, una auténtica burla a la familia Cabacas-Liceranzu que más de tres años después de la pérdida de su hijo sigue esperando reconocimiento y justicia.

La Ertzaintza vuelve a tener como jefe a Aldekoa, que está a las órdenes del director Gervasio Gabirondo, el mismo que calificó la muerte de Cabacas como un «accidente». Son los «hombres del PNV» responsables de hacer y deshacer en la Ertzaintza a imagen y semejanza de los intereses de un partido que, en su afán por acaparar todo el negocio, va perdiendo las formas y la decencia.

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