Comprometidos con una sanidad en condiciones

Los trabajadores de Osakidetza secundaron ayer la primera de las jornadas de huelga convocadas por todos los sindicatos en defensa de un servicio sanitario de calidad, donde la gestión del mismo y las condiciones laborales sean garantes de que la ciudadanía reciba una atención en condiciones. Una atención que se ha visto mermada por los recortes impuestos en servicios públicos esenciales como la sanidad, donde el objetivo de reducir costes ha primado frente a la inversión en empleo y prestaciones. Las decisiones adoptadas por el Servicios Vasco de Salud han supuesto un aumento de la carga de trabajo del personal sanitario en detrimento de la creación de nuevos puestos de trabajo, algo que contradice el discurso del Ejecutivo de Gasteiz en defensa de la generación de empleo y que, además, incide directamente en la calidad del servicio que se ofrece a los pacientes.

Además del conflicto laboral que rodea a la gestión de Osakidetza, las denuncias y demandas puestas sobre la mesa por el conjunto del sector dan muestra del alcance del problema. Una cuestión que requiere seriedad por parte de quienes tienen el deber de garantizar servicios públicos fundamentales de calidad para la ciudadanía. Tratar cuestiones tan trascendentales como la atención a personas enfermas como mera pugna con los trabajadores no solo es una frivolidad, sino también una tremenda irresponsabilidad. La postura de Lakua, cerrado en banda a la hora de discutir con los sindicatos para lograr un acuerdo que permita mejorar la situación, es prueba de ello.

También lo es que el director general de Osakidetza afirme que la baja participación en la huelga demuestra que el compromiso de los trabajadores con el sistema sanitario y los pacientes está por encima de la movilización, intentando ocultar que el principal motivo de que la incidencia en el personal fuera limitada son, precisamente, los desmesurados servicios mínimos establecidos. Se equivoca. El verdadero compromiso para con los usuarios se traduce en no dejar caer algo tan esencial como la sanidad pública.

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