Documentación para rescatar la verdad

El reto de un relato que recoja la verdad es denominado por algunos «batalla del relato». Por quienes pretenden «ganar» un relato a la medida de sus intereses, ficticio e incompleto, que siga ocultando, entre otros hechos y aspectos de la realidad, a «los otros muertos», los que no aparecen en los recuentos oficiales pero que son reales. Dar a conocer esa verdad oculta es el objetivo de Euskal Memoria, que este jueves inaugura en internet un centro de documentación en el que ofrece datos sobre medio millar de personas fallecidas en diferentes circunstancias pero todas ellas a consecuencia de un conflicto violento que se ha alargado durante décadas.

Se trata de un trabajo riguroso, ceñido a los criterios internacionales en cuanto a accesibilidad al mismo y a su fiabilidad. Pero incompleto, pues se continúan recabando datos no solo acerca de personas fallecidas desde 1960, a las que se refiere la documentación a partir del jueves disponible, sino a todo tipo de vulneraciones de derechos, desde la tortura hasta los ataques al euskara. Datos que pueden sorprender, como el hecho de que la mitad de las personas muertas en los últimos 55 años a consecuencia del conflicto no militaban en organización alguna, que más de un 45% de ellas han muerto a manos de las Fuerzas de Seguridad del Estado o que nada menos que la décima parte han sido víctimas de la política penintenciaria.

La iniciativa de Euskal Memoria, de impulso popular, con no poco esfuerzo y evidentes dificultades, viene a llenar un vacío institucional, porque deberían ser las instituciones las impulsoras y encargadas de rescatar del olvido y la opacidad a personas y hechos, no solo por disponer de más medios, sino sobre todo porque es una deuda para con la sociedad a la que dicen representar. Solo hace unos días el TSJPV, a instancias del Gobierno español, cuestionaba el decreto sobre víctimas de violencia policial del Ejecutivo de Lakua, por lo que este anunció una ley sobre esa violencia escondida. Ahora, al menos, tiene a su disposición una documentación, si bien incompleta, necesaria.

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