Frente al miedo, gana Grecia, la esperanza

Apesar de las advertencias de los dirigentes europeos sobre el peligro de una victoria de Syriza el pasado enero, la ciudadanía de ese país se decantó mayoritariamente por ese partido. Y a lo largo de las negociaciones sobre la deuda de Grecia ha dado la impresión de que el objetivo de los mandatarios europeos era, más que lograr un acuerdo con el Gobierno heleno, demostrar que los griegos se equivocaron a la hora de depositar su voto. Alexis Tsipras, ante ello, apostó por preguntar a quienes esas negociaciones afectan directa y crudamente, lo que provocó un rechazo generalizado en la dirigencia europea, que aseguraba que hay asuntos de máxima importancia que no se pueden supeditar a la decisión de la ciudadanía. Pero seguidamente entró en campaña como acostumbra, difundiendo el mensaje del miedo que la mayoría de los medios de comunicación hizo suyo. Y los griegos han debido de volver a confundirse, esta vez clamorosamente, tal vez porque, a pesar de no tener los conocimientos de los expertos del BCE o el FMI, padecen las decisiones de estos. Seguramente porque han perdido el miedo y además conservan la esperanza.

No es fácil predecir qué ocurrirá hoy, mañana o dentro de unos días, pero es claro que el Gobierno griego ha ganado. Ha logrado una victoria política que lo refuerza ante las instituciones europeas, y ayer la indiscutible legitimidad con que ya contaba se vio multiplicada. Y ha ganado el pueblo griego, a pesar de que intentarán demostrar que se ha vuelto a equivocar. Ha ganado porque ha decidido, algo que en esta Europa democrática paradójicamente no es habitual. Han tenido que ser precisamente los griegos quienes digan que la democracia «no era eso». Los grandes perdedores son tanto los partidos que apostaban por el camino sin fin de la austeridad impuesta por la Troika como la propia Troika, que tras participar impúdicamente en la campaña, su opción ha sido derrotada, y ve que frente a su modelo neoliberal sí hay esperanza y alternativa. También la izquierda europea debería percibirlo así.

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