Frutos de 20 años de lucha de Jaizkibel

Hace 20 años se creó la compañía Jaizkibel en Hondarribia con el fin de que las mujeres pudieran participar en el Alarde en pie de igualdad con los hombres. Un año antes un intento de participación fue abortado violentamente por parte del público presente en el recorrido. Desde entonces, el acoso a la participación igualitaria en el Alarde ha ido en paralelo a la desidia que han mostrado las instituciones en la defensa de los derechos de las mujeres. A pesar de todo ello, durante todo este tiempo la participación igualitaria en la fiesta ha ido ganando nuevos espacios, aunque el conflicto continúa enquistado y todavía lejos de resolverse.

En estos 20 años nuevas generaciones se han ido sumando a la fiesta. Si bien es cierto que en la actualidad muchas de las personas que sujetan los vergonzosos plásticos negros durante el recorrido de la compañía Jaizkibel son precisamente mujeres adolescentes, también es verdad que cada vez son más las que se animan a participar en la compañía mixta. Y estas, por ejemplo, han arrastrado estos días a sus progenitores, varios de ellos destacados defensores del Alarde discriminatorio, a ver sus ensayos. Movimientos que indican que, mientras algunos muros aún se mantienen, otros están empezando a resquebrajarse. Cambios que dejan entrever que pueden estar surgiendo nuevas condiciones para afrontar el conflicto de una manera diferente, más sosegada y con cierta normalidad.

El tesón, el esfuerzo, los sacrificios y la lucha de la compañía Jaizkibel han generado esas nuevas condiciones. Abordar ahora la superación del conflicto desde otra perspectiva exige capacidad para ver las transformaciones en curso, pero también valentía y altura de miras para asumir riesgos y actuar con otros paradigmas. No parece, aún, tarea fácil pero ya va siendo hora de pasar la página de este bochornoso espectáculo y de que la mujer pueda, por fin, participar en las fiestas en condiciones de igualdad.

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