Iruñea, el cambio palpable en las escuelas infantiles

Hoy empieza el curso para los 963 menores matriculados en las doce escuelas infantiles municipales de Iruñea. Una ocupación del 94% del total de 1.025 plazas ofertadas. Teniendo en cuenta que el segundo plazo de matriculación no finaliza hasta el 31 de enero, el Ayuntamiento encabezado por Joseba Asiron espera que en los próximos meses se ocupe el total de las plazas ofertadas para los menores de entre cero y tres años.

En una situación normal, que las plazas ofrecidas por un Ayuntamiento en sus escuelas infantiles se ocupan no debería ser noticia, ni siquiera en plena sequía informativa estival. Pero la realidad navarra dista de enmarcarse en ningún tipo de normalidad después de décadas de régimen, y cada paso de las instituciones del cambio debe ser afianzado y consolidado. Además de celebrado, que es lo que toca hacer hoy, después de constatar que, pese a todos los esfuerzos de los fanáticos del monolingüismo (castellano), la ampliación de las plazas en euskara es desde hoy una realidad palpable. Quien no quiera ver los cambios o le parezcan poca cosa, que recuerde: en tan solo un año, las plazas en euskara han pasado del 10,5% al 38,6%.

Más allá de la loable pelea presentada por el Ayuntamiento en los ámbitos político, mediático y judicial para defender sus políticas, resulta imprescindible destacar la importancia de que los cambios impulsados desde las instituciones respondan a una reivindicación social real. Es vital que, en este caso, demanda social y oferta institucional hayan ido de la mano. En este sentido, las familias de los 364 menores que a partir de hoy serán escolarizados en euskara son la prueba andante de que cualquier acusación de imposición del euskara (se escuchan muchas en Nafarroa) carece de toda relación con el principio de realidad. Más bien al contrario, son la viva demostración de que era el régimen el que impedía a pamploneses y pamplonesas elegir el lugar que le corresponde al euskara.

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