La enfermedad de Osasunbidea

La deriva de Osasunbidea no era ningún secreto, y menos para quienes vienen padeciendo el desmoronamiento de su sistema público de salud. Profesionales, sindicatos y partidos han denunciado reiteradamente esa estructura desfasada y viciada que ayer denunció el tercer director gerente dimitido desde el nombramiento de la consejera Marta Vera, para quien lo único que ocurre es que Juan José Rubio no ha sido capaz de adaptarse a su trabajo en la Administración, algo parecido a lo ocurrido con la exdirectora de Hacienda. Los técnicos abandonan y los políticos de UPN permanecen al frente de los servicios públicos como si fueran empresas privadas a las que sacar la máxima rentabilidad al mínimo coste, que para la ciudadanía es máximo.

La destrucción de 800 puestos de trabajo en Osasunbidea en los últimos cinco años no es casualidad. La crisis económica es la mejor excusa del Gobierno del herrialde para favorecer al sector privado a costa de desmantelar un servicio de salud de calidad para todos, lo que debería ser una prioridad muy por encima de, por ejemplo, líneas de alta velocidad sin conexión alguna. La privatización de la investigación y el servicio de comedores es clara y lamentable muestra de ello. Quizá pretendan convencer a la ciudadanía de que la sanidad pública no es viable. Y, obviamente, no lo es cuando sus responsables son personas empeñadas en que no lo sea.

El sistema navarro de salud hace agua, como todo el barco de esa Administración. Y ello es consecuencia de una actitud que va más allá de este o el anterior gobierno, una actitud que ha caracterizado a prácticamente todos los responsables políticos de un régimen que definen perfectamente las palabras que para referirse a Osasunbidea empleó ayer su exdirector dimisionario: caduco –lo es desde su origen– y enfermo, de autoritarismo y desprecio a la mayoría de los navarros y navarras. La penosa situación de Osasunbidea no es sino una enorme y triste muestra de esa enfermedad que se agrava y se extiende por toda la Administración navarra.

Bilatu