No son los toros ni EiTB, es el derecho a decidir

EiTB dejará de emitir hoy en Nafarroa, después de que el ente haya decidido acatar la orden del ministerio de Industria, muy sensible a las denuncias de UPN. Los canales de EiTB, hoy más autonómicos que nunca, seguirán viéndose en la Rioja, mientras que en buena parte de Nafarroa, donde la normalización lingüística reclama como agua de mayo un canal en euskara, seguirá viéndose Aragón TV. Es de esperar que el nuevo protocolo entre Gasteiz e Iruñea resuelva más pronto que tarde una situación en la que todos podrían haber jugado con mayor audacia.

En un carril paralelo, ayer el TSJPV, muy receptivo a los recursos del Gobierno español, decidió suspender el reglamento sobre consultas de Donostia. Un reglamento con el que el grupo municipal del PP no tuvo ningún problema en su día, pero que ahora desde Madrid sus superiores llevan ante la justicia para impedir la consulta sobre las corridas de toros. Caprichos del calendario: ayer se conocieron los resultados de la consulta realizada en Barañain, en la que sus ciudadanos dijeron No a los festejos con vacas.

El fin de las emisiones de EiTB en Nafarroa y la suspensión del reglamento de consultas en Donostia tienen más relación entre sí de lo que pudiera parecer a primera vista. Son dos iniciativas asumidas por instituciones vascas, con amplio apoyo social, que han topado de bruces con el muro de la legalidad española, de la que se valen tanto en Madrid como en Euskal Herria aquellos que pierden la partida en la calle y en las urnas. Síntomas del pulso recentralizador del Estado, ambos casos muestran que no es posible, dentro del marco legal actual, aplicar la decisión de vascos y vascas. No hace falta perderse siempre en abstractas disquisiciones sobre la independencia y la soberanía; a veces basta con observar la realidad más cercana para comprobar que solo un marco institucional propio y no supeditado –es decir, independiente– garantizará que las decisiones de la ciudadanía vasca sean respetadas.

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